(EL SIGLO DE TORREÓN)
La unidad de procuración del medio ambiente de Torreón, conocida de inicio como policía ambiental, sigue en la cancha de los regidores, que deberán presentar la iniciativa al Cabildo para su constitución y que se determine si será mediante un convenio o por reglamento, así como su operación.
"El funcionamiento no es algo complicado, es sencillamente que la Dirección de Medio Ambiente cuente con un número de inspectores y de policías, que dependan obviamente de la Policía pero que estén adscritos a la dirección y que, de manera coordinada, puedan conformar esta unidad especializada y puedan atenderse los asuntos más específicos de esta área", explicó Susana Estens de la Garza, directora de Medio Ambiente en el Municipio de Torreón.
Por ejemplo, citó el caso de las quejas por ruido, que es uno de los temas más sensibles en esta ciudad y durante muchos años ha permanecido porque no se dan abasto en la aplicación de la Ley. Esto se refiere a los vecinos que se quejan de otros colonos de su sector que tienen bocinas con música en un sonido excesivamente alto, y muchas veces, a altas horas de la noche.
"Recibimos quejas de manera continua, nos las canalizan a través de Atención Ciudadana, de Gobernanza, y directamente llegan a Medio Ambiente, hay una unidad que se conformó llamada brigada Bájale y Respeta, donde se tienen más de 100 quejas todos los días", comentó la funcionaria.
Estens de la Garza dijo que se trata de un problema añejo pero ha crecido porque existe una mayor facilidad de adquirir bocinas grandes que tienen un sonido excesivo, incluso mencionó que se tuvo que citar a las personas que brindan clases deportivas como aeróbics en el bosque Venustiano Carranza, porque había muchas quejas de corredores y otros visitantes en el espacio público por el ruido.
"Se les advirtió que la próxima vez que recibamos quejas por ruido excesivo tendremos que proceder a confiscarles las bocinas o alguna medida más fuerte, es un tema de conciencia con los vecinos", indicó.
La directora señaló que el ruido trae consecuencias a nivel nervioso, alteraciones, pérdida de sueño, sensación de irritación y enojo, por lo que está muy relacionado con la salud mental y con el derecho a la tranquilidad que todos los ciudadanos tienen.
