
(EDUARDO RUIZ)
Raúl Hernández Gómez creció en la estación de Bomberos, le encantó el servicio que puede ofrecer a los ciudadanos y no hay otro oficio que le haya gustado realizar que el que ya hace todos los días, ha dedicado 34 años de su vida a esta labor con la que inició limpiando el equipo y las instalaciones del lugar, hasta que llegó a ser Comandante de Bomberos Torreón.
Cuando Raúl tenía 12 años cuando su tío, quien era bombero, lo invitó a la estación, a él siempre le gustó ir para ver como se veían los agentes con su uniforme, el trabajo que realizaban y la adrenalina cuando había un servicio, así fue como se hizo voluntario, “me invitó al departamento para que asistiera y conociera su trabajo y desde entonces hasta la fecha me gustó mi labor de bombero… todo un niño, pues me nació y me gustó la estación, me gustó como se vestían, cuando salían a servicios y de ahí fue mi inquietud y dije voy a ser bombero y hasta la fecha”.
Raúl limpiaba las botas de sus compañeros, y la estación en general, realizaba todo tipo de tareas con tal de convertirse en uno más del equipo, “ahí me ponían a lavar los equipos de los compañeros que asistían a los servicios, llegaban y les limpiaba sus botas, me ponía a ayudarles a hacer limpieza en la estación, tanto a los dormitorios, lavar trastes”.
SABE QUE SU DEBER ES SERVIR
Hernández compartió también que lo que más ama de su oficio es ayudar a la gente, y sabe que sin ese deseó no podría hacer lo que hace, “básicamente es ayudar a la gente, prestar el servicio a la comunidad y tener la satisfacción de salvar vidas”.
Ser Bombero no se trata unicamente de apagar incendios, un elemento puede prestar su servicio durante un accidente automovilístico o subir a un lugar muy alto para salvar a alguien, “la experiencia más fuerte y que nunca puedo olvidar sucedió en la carretera Torreón - Matamoros, chocó un camión con personal y otro de transporte público, ahí si hubo más lesionados y fue mi primer accidente con victimas, eso me impactó bastante pero con la ayuda de mis compañeros me explicaron todo lo que teníamos que pasar nosotros como bomberos y con consejos logre superar eso... lo que más me ha generado orgullo fue cuando rescatamos a una persona, me tocó subir a las cúpulas de la iglesia de Guadalupe, una persona se quería arrojar y logre convencerla, platique con ella en lo alto y logramos bajarla, tuve una satisfacción muy grande porque el municipio me dio un reconocimiento por esa labor y me motivó para seguir trabajando”.
RECONOCIMIENTO
Luego de algunos años de su trabajo y dedicación le dieron el reconocimiento más grande que pudo desear, ser Comandante de Bomberos Torreón, en donde sirvió durante tres años con ese puesto y logró adquirir más equipo, “tuve la oportunidad de ser comandante tres años, logramos adquirir más equipo del que ya teníamos en ese momento… fue lo máximo que puede desear cualquier elemento de aquí y tener a cargo toda una ciudad y que realmente es bastante trabajo”.
Actualmente Raúl sigue apasionado y orgulloso del trabajo que realiza diariamente para salvar la vida de cualquier persona que se encuentre en peligro.