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Durante el año pasado, la producción nacional de carnes frías logró un crecimiento de 3.8 % en comparación con lo registrado al cierre de 2020, con lo que se generaron 1.04 millones de toneladas, de acuerdo con el Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne).
Esta tendencia positiva fue replicada en el rubro de consumo, donde se contabilizaron 1.07 mt., lo que representó un incremento interanual por el orden de 6.6 %; esto derivó en una ingesta per cápita mensual promedio de 690 gramos.
La información contenida en su compendio 2022 reflejó que 52 % del procesamiento de estos alimentos estuvo enfocado en los derivados avícolas, que en conjunto representaron un valor de 20,856 millones de pesos.
Dentro de este apartado, los productos elaborados a partir de la carne de pavo tuvieron una participación mayoritaria de 66 por ciento, equivalente a 353,859 t., mientras que el pollo agrupó el 34 por ciento, con 185,790 t.
Siguieron las mercancías agrupadas en la categoría denominada como "otras", con una representación de 26 % en la producción total de carnes frías, es decir, 273,934 t., cotizadas en 11,470 mdp., de acuerdo con el organismo.