Ismael Leija Escalante, dirigente nacional del Sindicato Democrático de Trabajadores Mineros.
Ismael Leija Escalante, dirigente nacional del Sindicato Democrático de Trabajadores Mineros coincidió con la Organización No Gubernamental (ONG) Familia Pasta de Conchos, por el manejo que el gobierno le da a la tragedia de la mina El Pinabete en el municipio de Sabinas en Coahuila.
El líder nacional minero explicó que no hay justificación para que el gobierno no haya verificado la forma en la que opera ésta y muchas más minas que trabajan con sistemas viejos y sin medidas de seguridad.
Las empresas grandes usan barrenos, que los lanzan y a 20 metros, impactan en los muros para saber si hay agua, gases u otros riesgos.
Los Pocitos como El Pinabete “operan a pico y pala, a la brava, y si rompen una piedra donde hay un venero el túnel se les inunda, como pasó en la mina de agujita, explicó” Leija.
Afirmó que no deberían existir por el peligro que representan para los trabajadores.
Sostuvo que es lamentable que solo cuando ocurren tragedias comienzan a aparecer las autoridades, extranjeras, nacionales y estatales, cuando todo esto debió preverse con la aplicación y vigilancia de reglas y normas que reduzcan accidentes.
Señaló que los percances siempre pueden ocurrir, pero en instalaciones mineras equipadas, con normas y equipos de seguridad activos y vigentes los riesgos se minimizan, mientras que en “pocitos” el peligro es permanente.
El rescate de los mineros de el Pinabete, como de los restos humanos de los 63 trabajadores de pasta de conchas, deberían realizarlo otros mineros, especializados en trabajos de desastre, como siempre se ha hecho en la región carbonífera, indicó Ismael Leija.
Décadas de experiencia permitieron a estas brigadas de socorro de empresas regionales rescatar 165 cuerpos y un número indefinido de trabajadores vivos de minas siniestradas en las últimas décadas.
Auerbach, presidenta de la ONG Familia Pasta de Conchos se pronunció porque sean canceladas todas las concesiones de minas en zonas de alto y riesgo mediano. Ismael Leija Escalante señaló que éstas no deberían existir por el peligro que representan.
