
(FOTO: José Díaz)
Santos Laguna vivió el drama del descenso durante la temporada 1992-1993, una de las de más pobres en rendimiento de los Guerreros. Para la jornada 24 ya habían desfilado dos técnicos, el argentino Pedro Dellacha y el uruguayo Roberto Matosas. El primero de ellos fue cesado en la fecha siete al grito de ¡Fuera, fuera, fuera! de la afición lagunera por los pésimos resultados obtenidos, tan solo cuatro puntos en siete partidos.
El segundo llegó en la jornada ocho y se mantuvo hasta la 24, el desempeño del equipo era inconsistente y estaba amenazado por el descenso. En la fecha 14 recibió una goliza de siete a uno en su visita al León en el Nou Camp. El 18 de diciembre de 1992 falleció en un accidente carretero su presidente Armando Navarro Gascón, cuyo deceso caló hondo en la institución, su lugar fue ocupado por Martín Ibarreche, exjugador de los equipos Cataluña - Torreón, América, Toluca y Puebla, y exdirectivo de los Ángeles de Puebla y el equipo de la Franja.
A mitad de la temporada 1992-1993 Santos Laguna estaba en el lugar 18 de la tabla general y 19 de la porcentual, Pachuca era el último, pero su promedio era muy volátil, pues había ascendido ese torneo y tenía más probabilidades de salvarse, sin embargo, al término del mismo descendió, salvándose los Guerreros con números muy pobres, de 38 partidos jugados, ganaron tan solo siete, empataron 14, perdieron 17, con un saldo de 28 puntos de 76 disputados.
Llega a Santos
Tras el cese de Roberto Matosas llegó el técnico chileno Pedro García Barros a hacerse cargo del equipo en la fecha 25, habiendo debutado el domingo 24 de enero de 1993 ante Querétaro en el Estadio Corregidora con un empate a cero goles. Sacando puntos de aquí y de allá, con dos victorias importantes ante Pachuca por dos goles a uno y otra ante Chivas por dos a cero en el viejo Estadio Corona logró salvarse en la penúltima jornada.
Una vez concluido ese torneo se le renovó contrato a Pedro García por dos años y dio inicio un proyecto de reconstrucción del plantel en base a una inversión de varios millones de dólares para reforzarlo con jugadores extranjeros y nacionales que vinieran a cambiar la imagen de "equipo chico'' que tenía Santos Laguna y convertirlo en un equipo competitivo que fuera protagonista en el futbol mexicano.
Respaldo económico
Misión difícil, pero no imposible. Objetivo que se logró con el respaldo económico del Grupo Modelo, en ese entonces propietario del equipo, el buen trabajo de la directiva encabezada por Martín Ibarreche, la titánica labor de Pedro García y su cuerpo técnico, cuerpo médico, el apoyo de la prensa local y la entrega incondicional de la afición lagunera a los Guerreros. Fue así como en la liguilla de esa inolvidable temporada 1993-1994 nació la Santosmanía, la cual sigue vigente hasta la actualidad.
Santos Laguna se convirtió en ese torneo en un movilizador de masas sociales. Empezaron a organizarse desde la segunda vuelta de la temporada caravanas de autobuses para acompañar al equipo a las distintas plazas foráneas en donde jugaba, sufriendo en algunas de ellas arteras agresiones, como ocurrió en Ciudad Victoria cuando visitaron a Correcaminos y cuando León les cortó en el Nou Camp una racha de 14 partidos sin perder que hilvanaron en la segunda vuelta.
Gran torneo
Al final de la temporada 93-94 Santos Laguna terminó en primer lugar del Grupo I con 45 puntos en 38 partidos jugados, ganó 16 cotejos, empató 13, perdió nueve, anotó 58 goles y recibió 56. En ese entonces el partido ganado tenía un valor de dos puntos y el empate uno. Fue hasta el siguiente torneo que un triunfo equivale a tres unidades.
En la tabla general quedó en cuarto lugar y en la porcentual en décimo quinto. Fue el segundo equipo en clasificar a la liguilla, habiendo ganado por primera vez este derecho el sábado 12 de marzo de 1994 al empatar con Querétaro a un gol en la Corregidora, en partido correspondiente a la jornada 34, cuatro antes de que concluyera el torneo.
En la liguilla se multiplicaron el número de autobuses que acompañaron al equipo a Guadalajara contra Atlas en cuartos de final, a Toluca en semifinal y a Zapopan en la gran final contra Tecos UAG. Incluso se fletaron varios vuelos charter el sábado 30 de abril de 1994 para el juego de vuelta, cuando menos partieron ese día cuatro aviones de esa clase repletos de aficionados laguneros, que no obstante la derrota sufrida en tiempo extra regresaron felices por la entrega de su equipo en la cancha y la gran satisfacción de haber llegado por primera vez a la gran final del futbol mexicano. Lo que parecía un sueño se había hecho realidad en una sola temporada.
La gran actuación de Santos Laguna distrajo la atención de los habitantes de la Comarca de los sucesos políticos acontecidos ese año de 1994, entre ellos el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, ocurrido el 23 de marzo en Lomas Taurinas dentro del contexto de la sucesión presidencial de Carlos Salinas de Gortari. En los automóviles apareció el grafiti con las frases "Adomaitis: te quiero más que a mí vieja", "Pedro García para Alcalde'', "Santos 100 % Chin…'', "Apud para Senador'' y "Vota por Santos Laguna''.
Los habitantes de la Comarca estaban metidos en el tema del futbol apoyando a su equipo. A manera de ejemplo citaré que los interescuadras semanales, celebrados los jueves en el viejo Estadio Corona, asistían más de cuatro mil aficionados, quienes disfrutaban este ensayo a lo grande. Para conocer a detalle ese proceso de reconstrucción entrevisté vía telefónica al técnico chileno Pedro García Barros, actualmente retirado de toda actividad futbolística a sus 75 años de edad, quien con su amabilidad característica accedió a la entrevista, pues a Santos Laguna "lo llevo en el recuerdo''.
Siglo: ¿Cómo llegó usted a México, en que año y con cuál equipo?
PGB: Llegué al Club León por recomendación de mi compadre Carlos Reinoso en el año en que descendió este equipo en 1987. Llegué a media temporada y continué para el siguiente torneo, en el que peleamos el ascenso y perdimos la final contra Cobras de Ciudad Juárez.
"Después de León, a solicitud de don Emilio Maurer, fui a dirigir al Puebla. Me dio un gran apoyo para reforzar el equipo e hicimos una linda temporada 1988-1989, logrando el superliderato con 58 puntos. En seguida estuve en Monterrey dos temporadas y me ofrecieron un contrato largo, pero no acepté y regresé a Chile para que mis hijos estuvieran más tranquilos y tuvieran estabilidad en sus estudios'', recordó.
A su regreso a Chile dirigió por segunda ocasión al Unión Española y lo salvó del descenso. En 1992 le llamó el Atlas de Guadalajara para suplir al técnico uruguayo Luis Garisto en la segunda vuelta del torneo.
Siglo: ¿Cómo llegó a Santos Laguna y por qué aceptó la propuesta de la directiva si el equipo estaba al borde del descenso?
PGB: Llegué a Santos Laguna por una llamada de Martín Ibarreche, a quien había conocido en Puebla. Los integrantes de la directiva me parecieron personas serias y me solicitaron que viajara a México. La verdad, siempre me han gustado los desafíos, se exige uno más, se preocupa más.
"Normalmente me tocó enfrentar situaciones difíciles, cuando dirigí a Colo Colo en los años ochenta lo tomé en una situación difícil. Había que mostrar experiencia y conocimientos para salvar a uno de los equipos más populares de Chile'', puntualizó.
Añadió que para ese tipo de partidos se necesita que el jugador esté concentrado para pedirle lo que uno necesita y cumplir con la misión encomendada.
Siglo: ¿Cómo lo recibió la afición local a su llegada a Santos Laguna?
PGB: Fui muy bien recibido y con el apoyo de la afición lagunera se logró el objetivo, que era darle confianza y motivación a los jugadores. Con ese respaldo incondicional logré que el plantel se comprometiera a dar su mejor esfuerzo en la cancha. Ahí estuvo el punto clave del rendimiento de los jugadores.
Siglo: ¿Cómo fue la respuesta de la directiva de Santos Laguna a su proyecto de reconstrucción?
PGB: La verdad, formamos un equipo muy competitivo. Se logró retener a Ramón Ramírez, quien había tenido una gran actuación en la Copa América de 1993 en Ecuador. En el Draft de ese año contratamos a Daniel "El Travieso'' Guzmán, Olaf Heredia, Diego Silva, Antonio "La Moca'' González y a Juan Antonio "El Zurdo'' Flores Barrera. De Colo Colo traje a Héctor "El Ruso'' Adomaitis, Rubén Martínez y Lizardo Garrido. De la Universidad de Chile llegó Richard Zambrano, seleccionado nacional en ese momento que representó a Chile en la Copa América de ese año y destacó.
Para retener a Ramón Ramírez y convencer a Daniel Guzmán, quien estaba renuente para venir a Santos Laguna, hubo necesidad de pedirle permiso al técnico Miguel Mejía Barón para ingresar a la concentración de la Selección Nacional en la Ciudad de México y en Ecuador para dialogar con ellos."Finalmente logré convencerlos de que era en beneficio de ellos y del equipo, el cual necesitaba líderes que llevaran la batuta. Los convencí de que ellos eran importantes para lograr los objetivos propuestos'', apuntó.
"Me aboqué a planear una buena campaña en compañía de mi cuerpo técnico, integrado por el profesor Álvaro Briones (QEPD) y Carlos "La Banana'' Ortiz, contando con el apoyo incondicional de la directiva, encabezada por el Lic. José Muguerza (QEPD). Con el apoyo de todos ellos y de los jugadores se pudo resolver todos los problemas presentados'', puntualizó.
Recordó con satisfacción que se hizo una campaña inolvidable. A cualquier plaza foránea que visitaron llegaban los aficionados laguneros que hacían viaje especial para apoyarlos de manera incondicional en los partidos que sostenían de visita. Por ello les exigía a sus jugadores que se esforzaran y obtuve una buena respuesta por parte de ellos.
Una de sus grandes satisfacciones como entrenador de cinco equipos en México fue su estancia en Santos Laguna porque se hizo una gran campaña y disputaron la final. "Se logró encender a la ciudad de Torreón y a toda la Comarca Lagunera con la ayuda de directivos, jugadores, prensa y el apoyo incondicional de la afición, por lo cual me siento satisfecho'', puntualizó.
Siglo: ¿Los refuerzos extranjeros respondieron a las expectativas creadas al contratarlos?
PGB: Considero que el 80 por ciento de ellos dieron un gran rendimiento. En el caso de Lizardo Garrido no logró adaptarse al lugar con su familia, sin embargo, en el tiempo que estuvo en el equipo logró darle confianza a Jesús Gómez, quien apenas iniciaba su carrera futbolística. Los consejos de Lizardo fueron claves para que Jesús se consolidara como titular ese torneo.Comentó que Lizardo no se sintió en condiciones de continuar y por ello regresó a Chile. En la pretemporada fue un elemento importante en la integración de un equipo en proceso de reconstrucción.
Siglo: ¿Por qué seleccionó a La Serena, Chile, para realizar la pretemporada?
PGB: Esa decisión fue clave. La experiencia me había enseñado que una concentración en Acapulco o Cancún distraía a los jugadores con las visitas de sus familiares. Es difícil mantenerlos concentrados y necesitaba que ellos me conocieran."Fue un gran acierto, aunque todos se extrañaron, pero yo estaba convencido de lo que propuse a la directiva. Fue una experiencia muy positiva que dio confianza a los jugadores. Seguido me preguntan si lo hice con otros equipos, pero solamente la realicé con Santos Laguna'', apuntó.
Siglo: ¿Cuál fue la reacción del plantel ante el terremoto ocurrido en La Serena, Chile, durante la tercera semana de pretemporada?
PGB: Lo sintieron mucho. Hubo una situación de miedo, pero se lograron recuperar del susto. En ese sentido tuvimos charlas para restablecer la calma, que lo ocurrido era normal en esa zona y no había riesgo.
"Les pedí que se apoyaran entre ellos. Al siguiente día retomaron la confianza para seguir trabajando'', agregó.
Siglo: ¿Cuáles eran los objetivos principales para la temporada 1993-1994, tomando en cuenta que Santos Laguna iniciaba el torneo en el último lugar de la tabla porcentual?
PGB: La directiva me pidió que realizáramos una gran temporada, convencer a los jugadores que el objetivo era ganar cada partido para salir del último lugar de la porcentual. Se tuvo reuniones semanales por separado con directivos y jugadores para analizar el paso del equipo.
"Previo a cada partido revisábamos videos, los jugadores aportaban su punto de vista. De esta forma se logró que el equipo adquiriera confianza. Los partidos son ganados por los jugadores en base al trabajo diario, conversaciones, respaldo de la directiva y de la afición'', explicó.
Siglo: ¿Cómo considera que fue el desempeño del equipo a lo largo de la temporada?
PGB: La primera vuelta fue una demostración de que debíamos mejorar partido a partido, recuperar y hacer lo que debe hacerse. A veces no se lograron los resultados, pero sabíamos que íbamos por buen camino y queríamos luchar.
"La segunda vuelta fue productiva en puntos, ligamos 14 partidos sin perder. Los jugadores estaban convencidos de que lo que hacían era lo correcto. Había el convencimiento de sentirse seguros, de poder hacer un buen partido y obtener el resultado'', reiteró.
Siglo: ¿Cómo preparó al equipo para enfrentar una liguilla, tomando en cuenta que nunca había llegado a esa instancia?
PGB: Eso fue más fácil, porque les pedí mostrar en la cancha la concentración de que eran capaces, de que podían enfrentar a cualquier equipo por difícil que fuera.
"Esto se dio por la gran disposición del equipo en el trabajo semanal y su aplicación durante el partido, logrando convencerlos de que podían jugar una buena liguilla y lo hicieron de manera espectacular'', reiteró.
Siglo: ¿Qué significó para usted llegar a la gran final del futbol mexicano con Santos Laguna?
PGB: Ese es el rol que uno juega como entrenador de un equipo, con anterioridad lo había logrado en Chile con Colo Colo en cinco ocasiones. En el caso de Santos Laguna fue un proceso de apreciación por las condiciones en que había tomado el plantel cuándo me hice cargo de éste.
"Estaba muy contento por el apoyo recibido, muy feliz porque cada día en el equipo se hacía un gran esfuerzo, los jugadores habían mostrado los elementos para lograr el título, contaban con el respaldo de la afición, directiva y prensa local'', reconoció visiblemente emocionado.
Siglo: ¿A 28 años de esa inolvidable final, qué le faltó a Santos Laguna para ser campeón?
PGB: Le faltó un gol en el juego de vuelta, estuvimos cerca de conseguirlo en el segundo tiempo en un potente disparo de Héctor Adomaitis que pegó en el larguero. Descuidamos la marcación a Osmar Donizete, quien nos anotó el gol que le dio el título a Tecos. Hice cambios tácticos, implementé marca personal para anularlo. Sabía que ese era el problema.
"El desequilibrio del brasileño Osmar Donizete fue determinante para que Tecos nos ganara en tiempos extras'', admitió.
Para concluir comentó que de los cinco equipos que dirigió en México recuerda con mayor afecto a Santos Laguna y al Monterrey, pues en ese entonces eran considerados "equipos chicos''. Se rompió esa idea, demostraron que no eran eso y lograron llegar a la final y semifinal, respectivamente.
Finalmente dijo: "A Santos Laguna lo llevó por siempre en mi recuerdo, a su afición la tengo presente por el gran apoyo que nos dio. Tengo la conciencia tranquila de nuestro comportamiento y eso nos ayuda a todos''.
Con admiración y gratitud dedico este trabajo en memoria del Lic. Miguel Ángel Ruelas Talamantes (QEPD), exgerente de El Siglo de Torreón y creador de la sección META, apasionado del deporte, quien fue factor importante en el regreso del futbol de Primera División a La Laguna, en la gestión de la compra de la franquicia de los Ángeles de Puebla en 1988 para convertirla en Santos Laguna, en el proceso de reconstrucción de los Guerreros en la temporada 1993-1994, en el magno proyecto del Territorio Santos Modelo y construcción del nuevo Estadio Corona. ¡Honor a quien honor merece!