'Pato' O'Ward se lamenta tras no poder obtener la victoria.
l piloto mexicano Patricio O'Ward estuvo muy cerca de lograr la hazaña de ganar las 500 millas de Indianápolis, pero no pudo superar a Marcus Ericsson en la última vuelta de la carrera.
Ericsson abandonó la Fórmula Uno para convertirse en un superastro mundial, meta que alcanzó ayer con la victoria.
Ericsson se había adueñado del control de la carrera poco antes del final -en gran medida por el castigo de velocidad a su compañero de equipo Scott Dixon-. Pero su otro compañero Jimmie Johnson, se accidentó cuando restaban cuatro vueltas y la carrera fue interrumpida con una bandera roja en el Indianápolis Motor Speedway.
La IndyCar solicitó a los vehículos dirigirse al carril de pit.
La pausa dio al mexicano "Pato" O'Ward y al resto de competidores casi 12 minutos en el carril de pit para que diseñaran una estrategia a fin de rebasar a Ericsson para el triunfo.
La carrera se reanudó cuando faltaban tres vueltas y Ericsson superó a O'Ward, quien consideró por última vez alcanzar la punta que defendía el sueco al iniciar la última vuelta, pero no quiso forzar la situación.
"No, me iba a poner contra el muro si lo habría intentado", declaró O'Ward.
Una colisión de Sage Karam entre los rezagados obligó a una precaución en la última vuelta y Ericsson logró la victoria bajo una bandera amarilla.
Para Ericsson fue su tercera victoria en IndyCar en 52 oportunidades en su carrera.
"Jamás se puede dar nada por seguro y faltaban vueltas", declaró Ericsson. "Solo oraba para que no fuera a haber una amarilla, después supe que posiblemente la sacarían, y sería difícil recuperar la concentración".
O'Ward firmó una extensión de contrato el viernes con Arrow McLaren SP y quería la victoria desesperadamente. Pero terminó segundo y estuvo cerca de concretar su intento de dar a México una gran celebración en lo que sería el día más importante en el automovilismo deportivo en su país.
