Dosis ahora se comercializan con el nombre de Spikevax. (ARCHIVO)
Un grupo de asesores del gobierno de Estados Unidos votó por unanimidad el viernes a favor de seguir recomendando la vacuna de Moderna contra el COVID-19 para adultos, ahora que las autoridades reguladoras estadounidenses han dado su aprobación plena a las vacunas.
Sin embargo, la decisión tiene pocos efectos prácticos. Decenas de millones de estadounidenses ya se han vacunado con Moderna, tras haber obtenido autorización de emergencia desde hace más de un año por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).
Esta semana, la FDA dio autorización plena al producto, tras haber completado la revisión rigurosa y prolongada que se da a otras vacunas. Aunque la FDA autoriza las vacunas, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) hacen recomendaciones a médicos y pacientes sobre cómo deben utilizarse. Por ello, el Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación de los CDC retomó el asunto el viernes.
Los expertos escucharon los informes de los estudios médicos que demuestran que la vacuna es eficaz contra el coronavirus y que no existen pruebas de nuevas preocupaciones de inocuidad sobre ella.
La vacuna de Moderna, que ahora se comercializa con el nombre de Spikevax, está autorizada con dos dosis para personas mayores de 18 años. Según la autorización de uso de emergencia anterior, pueden administrarse dosis adicionales para personas con sistemas inmunitarios debilitados o como refuerzo con media dosis.
