Creadores opinan sobre la cultura en Saltillo

Desde el pasado 1 de enero, el alcalde de Saltillo José María Frausto Siller anunció que Leticia Rodarte sería la encargada de dirigir al Instituto Municipal de Cultura (IMCS) en la capital coahuilense.

Rodarte es originaria de Monterrey, Nuevo León, pero reside en Saltillo desde los ocho años de edad. Su perfil refleja ejercicio en actividades y funciones ligadas al teatro, pues formó parte del grupo de Teatro del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) Campus Saltillo, siendo partícipe en obras como El enfermo imaginario de Molière y La casa de Bernarda de Alba de Federico García Lorca, con esta última logró el primer lugar como actriz de reparto en la Muestra Nacional de Teatro.

Desde 1984 se integró al departamento de Difusión Cultural del ITESM Campus Saltillo, posteriormente laboró como coordinadora de esa área, dirigiendo y produciendo musicales como Qué plantón y Godspell.

En 2006 se incorporó a la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), en el área de Eventos especiales y en 2013 asumió el puesto como coordinadora general de Difusión y Patrimonio Cultural en la máxima casa de estudios del estado.

Entre otros musicales que ha dirigido destacan El Rey León, Amor sin barreras, FAMA, José El Soñador, Jesucristo Superestrella, así como las obras Los héroes de Uranópolis y Caperucita Roja, además de ópera y zarzuela como El elixir de amor, La flauta mágica y Luisa Fernanda. También ha sido productora de conciertos.

Durante la última administración de Iván Márquez al frente del IMCS, Leticia Rodarte fungió como dirigente de la Compañía Municipal de Teatro Musical.

Rodarte llega al timón del IMCS, luego de que este quedara sin dirigente tras la salida de Iván Márquez, quien se vio envuelto en escándalos legales por acoso sexual y recientemente tentativa de homicidio por un incidente que sucedió en 2019, cuando él era funcionario.

NECESIDADES

Respecto a cómo se ha manejado la cultura a nivel municipal en Saltillo, la periodista y escritora Sylvia Georgina Estrada, comentó que durante la anterior administración, el IMCS perdió conexión con la comunidad cultural saltillense, pues a su ver la institución se centró en los intereses de unos cuantos e ignoró el quehacer de la mayoría de artistas y creadores en la ciudad.

En su opinión, debido a las condiciones causadas por el poco interés de los funcionarios culturales y la pandemia, el programa del IMCS sufrió reducción y se volvió repetitivo. Además, señaló que recintos como Casa Purcell y el Teatro García Carrillo lucían abandonados y con escasez de eventos de alto nivel.

"Me parece necesario que la nueva administración del IMCS sea incluyente, que vea lo que está sucediendo en la ciudad con los distintos creadores, escritores y grupos artísticos que, desde la trinchera de la gestión independiente, han hecho una cartelera cultural consistente que es a la que recurre el público saltillense. Más que uno o dos eventos muy publicitados, se requiere un programa permanente que sirva para mostrar el trabajo de los artistas, pero también que le ofrezca al público una oferta de buen nivel".

La poeta indicó que actualmente se necesita un proyecto sólido en el área de literatura una iniciativa editorial que, "mediante talleres con distintos maestros (hace mucho que no vienen a la ciudad autores de talla nacional a compartir sus técnicas y oficio) y convocatorias, impulse el quehacer de los escritores locales".

DOS DÉCADAS DE DESANTENCIONES

Por su parte, el también periodista, escritor y fotógrafo Alejandro Pérez Cervantes, comentó que su preocupación como creador saltillense, en el tema de la sucesión del IMCS, radica en una cuestión de continuidad, pues Leticia Rodarte ya había trabajado con Iván Márquez en su última administración.

"Es decir, Iván Márquez hizo tres periodos casi consecutivos. Él a su vez fue subordinado de Armando Guerra, durante el periodo de Humberto Moreira. Yo hacía más o menos un recuento de que este estilo de administración prácticamente cumple ya 20 años acá en Saltillo, con estos personajes que van cediendo la batuta a subordinados que dan continuidad a la misma visión, que son muy cercanos al priísmo".

Para el artista, salvo la administración de Mabel Garza en 2015 y de Pedro Moreno a principios de la década del 2000, Saltillo ha registrado la repetición de artistas y espectáculos, en una visión "un poco provinciana" de la cultura.

"Espectáculos que son más recreativos como ballet folclórico, pastorelas, matlachinadas y revistas musicales que son de carácter más estudiantil. Entonces, se dejó de lado la promoción de la literatura, de las artes visuales, de realmente volver la atención a la comunidad artística".

En 2020, cuando Iván Márquez, entonces director del IMCS, fue denunciado por acoso sexual, las redes de la institución se llenaron de reclamos contra el funcionario para exigir su renuncia. Ante la oleada de comentarios, el IMCS recurrió a bloquear a algunos usuarios, incluso miembros de la comunidad artística de Saltillo. Fue hasta la llegada de la nueva administración que estos usuarios fueron desbloqueados, pues la medida atentaba contra los derechos de libertad de expresión de los propios artistas.

"Imagínate una institución que ni siquiera es capaz de dialogar y de recibir las críticas y las retroalimentaciones de su propia comunidad para las que se dice que está trabajando, pues ¿qué se puede esperar?".

Otro señalamiento que hace Pérez Cervantes es que la oferta cultural se ha destinado prácticamente para el centro de Saltillo, olvidando así a otros barrios y zonas de la periferia, en una especie de centralismo y visión instrumentista de la cultura.