Negocio lagunero busca convertirse en franquicia

Fernando Valdés y Tomás López, de 32 y 35 años, son los emprendedores que están detrás de las quesabirrias que se han expandido por la ciudad de Torreón, pero pronto esperan llegar a otros puntos de la región Lagunera y el país.

Quesabibis inició hace 10 años en la mente de Fernando, quien siempre tuvo el gusto por la cocina, por lo que preparaba quesadillas con diferentes guisos para sus amigos, ya sea bistec, pastor, en las reuniones, y ellos le insistían en que debía comercializarlas, pues tenían muy buen sabor.

"Les decía que si querían una quesadilla habibi, que en árabe significa ser querido, hasta que se resumió en una quesabibi, que lo interpretamos como comer una quesadilla con un ser querido, es el mensaje que transmitimos, porque todo comenzó con comer quesadillas con amigos", comentó.

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Fernando tenía un despacho pero la pandemia por COVID-19 le impactó negativamente, por lo que decidió que era momento de darle una oportunidad al emprendimiento, invitó a Tomás a ser parte del proyecto y comenzaron a buscar locales en el Centro. Comenzó como un puesto en agosto de 2020 y la gente demostró gusto por el producto pero vieron que era más consumible en quincena.

"Pensamos que nuestro negocio era hacer puestitos, muchos, pero con el paso del tiempo vimos que era mejor hacer un restaurante para abarcar otro tipo de mercado", comentó.

Encontraron un local en Allende y Degollado en junio de 2021 y dieron el brinco de puesto a restaurante, que recibió muy buena aceptación de los clientes, al ofrecer un producto de buena calidad y sabor.

La especialidad son las quesadillas con queso, pero se acompañan con guisos que van desde el chicharrón prensado, asado, rajas, la más pedida es la quesabirria, también hay tacos y costras. Actualmente ya cuentan con tres sucursales y la clientela varía según el lugar, aunque el perfil general es adultos jóvenes de 20 a 50 años. Otros puntos están en bulevar Rodríguez Triana y Senderos.

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"Lo más difícil fue tomar la decisión de hacer el proyecto, ya una vez iniciado, como todo en la vida, los negocios son difíciles, que el producto le guste a la gente, los costos, que no te roben, ha sido todo un reto", comentó Fernando, quien se graduó de Mercadotecnia, mientras que Tomás es abogado, por lo que no venían de una familia con experiencia en el ramo gastronómico.

"A los emprendedores yo les recomendaría que, si tienes las ganas, la idea, el no tener dinero no es pretexto, puedes acercarte a alguien y presentarle la idea, es querer y el cambio muchas veces da miedo, te frena, estás en una zona de confort donde prefieres estar en lo mismo, una frase que me gusta mucho es sal de lo bueno para ir a lo grande, es lo que estamos haciendo", dijo.

Tomás consideró que lo importante es poner el corazón en el emprendimiento, animarse y no echarse para atrás, hacer las cosas con amor y dedicación para hacer los sueños realidad.

Señaló que se trabaja en una nueva sucursal en Matamoros y se busca expandirse a otros puntos de la Comarca Lagunera, con dos puntos en Gómez Palacio, pues se proyecta que pueda convertirse en una franquicia de comida mexicana que pueda llegar a otros estados e incluso a otros países, pues confían en que su producto es muy bueno.