(DUMITRU DORU / EFE)
Miles de personas volvieron a salir este domingo a las calles en Moldavia para protestar contra el Gobierno de la presidenta europeista Maia Sandu, y las autoridades denunciaron intentos de desestabilización.
Según la ministra del Interior, Ana Revenco, el objetivo de las manifestantes es "desestabilizar el país y hacer más vulnerable al país, la sociedad y las autoridades, con distintas acciones como la difusión de propaganda y noticias falsas", según recoge el portal Noi.md.
De acuerdo con la fuente, Revenco señaló que detrás de las protestas están unos "delincuentes prófugos", que actúan en cooperación con algunos partidos moldavos y representantes de Moscú.
Asimismo, Revenco pidió al alcalde de Chisinau, Ion Ceban, que prohíba las protestas en la capital, organizador por el partido Shor.
Shor propuso el pasado octubre la creación de un Comité de Salvación Nacional que pudiera asumir la dirección provisional del Gobierno en caso de necesidad, ante la grave crisis política que atraviesa en estos momentos Moldavia.
Las protestas opositoras se celebran desde el pasado 18 de septiembre frente al Legislativo moldavo, a las que acuden miles de moldavos descontentos con el Gobierno de Sandu.
Los manifestantes presentan demandas sociales, acusan al Gobierno de no haber negociado un mejor acuerdo de gas con Rusia, y exigen la renuncia de la presidenta, el Gobierno y la disolución del Parlamento, liderado por políticos prooccidentales.
La concentración de este domingo, según sus organizadores, reunió en la capital moldava a más de 50 mil personas.
Al término de la manifestación, sus participantes adoptaron una resolución en la que reclamaron nuevamente la dimisión de las autoridades a las que acusaron de provocar una crisis económica en el país.
El político exiliado Ilan Shor dijo, a su vez, en una conexión por vídeo que "la dirección del país debe renunciar porque no supo afrontar los desafíos y llevó al país a una crisis energética y económica"
