Coral ha recibido comentarios machistas sobre su labor. (FERNANDO COMPEÁN)
Se dice que una madre es capaz de todo por su hijos y así lo demuestra Coral Espinoza Gottfried quien entre semana se dedica a la plomería y los fines de semana a cocinar pasteles y dar show como payasita, y si el tiempo lo permite, por las noches es chofer por aplicación.
"Lo que yo hago lo puede hacer cualquier mujer, el chiste es que quieran… yo lo hago porque (mis hijos) son el motor, son la razón por la que me levanto todos los días en la mañana y por lo que estoy aquí", dijo orgullosa.
En medio de una reparación, Coral compartió que fue hace dos años y medio cuando se adentró en el mundo de la plomería de la mano de su entonces pareja.
La intención era vivir mejor. Para lograrlo no fue necesario invertir en costosas capacitaciones, sino únicamente un par de tutoriales en Youtube, bastaron. Pero Coral reconoció que su madre, doña Griselda Gottfried ha sido un pilar importante en su vida. Tanto que fue ella quien le compartió algunos consejos de plomería.
Y es que su expareja, era albañil y trabajaban de la mano. "Mi mamá le ayudaba en la mezcla y en pegar algunos tubos", dijo Coral.
SU NEGOCIO
El negocio con su pareja arrancó con el nombre de Plomería y Electricidad Reyes, que de inmediato tuvo sus primeras reacciones en la red social de Facebook. Recuerda que su primer cliente fue un joven que los contrató en Residencial Nazas para una llave de paso.
Después vino la separación. Fue un golpe duro para el corazón de Coral, pero su madre y sobre todo sus hijos, la impulsaron a seguir y así fue. El nombre de su negocio cambió a Plomería Salmo 23, "porque siempre le agradezco al Señor cada bendición que él me da".
Bastaron unos minutos para que se publicitara nuevamente en Facebook, y de inmediato su publicación ganó cientos de "likes" y se compartió varias veces. Los llamados para contratarla llegaron uno tras otro.
SIN DESANIMARSE
Pero no todo fue "miel sobre hojuelas", hubo clientes quienes denigraron su trabajo para ahorrarse unos pesos, pero eso no desanimó a Coral y siguió.
"De hecho, hubo un comentario machista de una persona en una ferretería en Chapala, que cómo era posible que siendo mujer hiciera ese trabajo, se rio de mí. Y es que llegué y le empecé a pedir, se quedó admirado y me preguntó quién lo hará, y le dije que yo y se rio en mi cara", dijo la joven madre de familia.
Gracias a su profesión, cerca del 90 por ciento de sus clientes son mujeres, quienes le han demostrado mayor confianza. "Dicen que están hartas de plomeros hombres, tanto en seguridad, en precio, en que uno de mujer es más detallista y sienten mayor confianza", dijo.
Coral aseguró que todo ha valido la pena, pues gracias a sus diferentes trabajos que ha emprendido y mantenido, ha logrado darles una vida mejor a sus dos hijos, un pequeño de cuatro años y otro más de 10, los cuales han sido su principal motor para enfrentar cualquier comentario que la hacen pensar, pero nunca en dejar su profesión como plomera.
