Proyecta un terreno que permita la transformación del artista y público. (CORTESÍA)
El libro La leche del sueño, recopilación de cuentos escrito por la artista plástica Leonora Carrington, inspiró a Cecilia Alemani, comisaria de la Bienal de Venecia, para titular la edición 59 de este magno evento como The milk of dreams.
La obra de Carrington fue realizada después de que artista llegara a México, en los años cincuenta del siglo pasado. En esta tierra se entregó a la mirada onírica y escribió cuentos misteriosos, mismos que plasmó primero en las paredes de su casa y luego transportó a un pequeño cuaderno.
Con esta filosofía onírica se prende empapar a la 59.ª edición de la Bienal de Venecia en 2022, que en realidad tuvo que haberse efectuado en 2021, pero fue aplazada debido a las afectaciones por la actual crisis sanitaria.
En su regreso, el encuentro artístico replantea desde un “mundo mágico”, donde la vida pueda ser reimaginada gracias al prisma de las ideas. Proyecta un terreno que permita la transformación del artista y público, en el marco de los pensamientos creativos surgidos tras la pandemia.
En 2022 la misma bienal lanza preguntas: ¿Cómo está cambiando la definición de lo humano? ¿Qué constituye la vida y qué diferencia a las plantas y los animales, los humanos y los no humanos? ¿Cuáles son nuestras responsabilidades hacia el planeta, otras personas y otras formas de vida? ¿Y cómo sería la vida sin nosotros?
Simil al surrealismo de Carrington, se hace invitación a emplear la imaginación como herramienta de respuesta a la naturaleza.
Perdurar legado
Fue en 1895 cuando la Exposición Internacional de arte de Venecia, mejor conocida como Bienal de Venecia, tuvo su primera edición. Desde ese momento, el evento se convirtió en un encuentro imprescindible para mostrar todo el fulgor del arte contemporáneo a nivel mundial.
Para 2022, 213 artistas de 58 países participarán en la bienal, la cual se realizará en formato híbrido (presencial y virtual) entre el 24 de abril y el 27 de noviembre; mil 433 obras y objetos serán expuestos. El evento también contará con 80 participaciones italianas, que mostrarán sus propuestas en las sedes expositivas de los Jardines, del Arsenal y otros lugares estratégicos de los canales venecianos.
El evento se desarrollará en el Pabellón Central de los Giardini, en la Corderie, Artiglierie y los espacios al aire libre de Gaggiandre y Giardino delle Vergini en el complejo Arsenale.
En esta edición, naciones como Camerún, Namibia, Nepal, el Sultanato de Omán y Uganda participarán por primera vez. Kazajstán, Kirguistán y Uzbekistán tendrán pabellón propio.
Se añade que también, por primera vez en sus 127 años de historia, la bienal incluirá mayoría de artistas mujeres y de género no especificado. Con ello, se busca enriquecer el contenido y cultivar nuevas perspectivas.
Entre los temas que los artistas expondrán en esta edición, destaca la relación entre individuos y tecnologías. De igual manera fluye la cuestión de si las máquinas tienen la capacidad de suplantar las funciones de los seres humanos. El debate, subraya la organización, se ha amplificado tras la pandemia, pues hoy más que nunca las sociedades se han percibido detrás de las pantallas de dispositivos electrónicos.
Por último, será entre el 20 y 22 de abril cuando la Bienal de Venecia realice su preinauguración y presente sus propuestas ante la prensa.
Cabe recordar que Coahuila tuvo presencia durante la edición 58 de la bienal, con la obra Actos de Dios del artista Pablo Vargas Lugo, inspirada en el Valle de Cuatrociénegas.
