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DIHABLO SEPÚLVEDA

Hemos visto cómo los grandes se niegan a morir. Bandas como Scorpions, Helloween, Iron Maiden hacen música nueva; crean composiciones originales. Motley Crue, los reyes de la decadencia, se inventan una nueva gira ignorando su promesa de no volver. Metallica, unos chavos. Y por si fuera poco, una canción de Nirvana, de 1991, forma parte del 'soundtrack' de la esperada película The Batman. Los grandes sostienen la "escena" mientras otros se mueren en el intento. 

Las compañías disqueras se han multiplicado y diversificado; aquí ya no hay "gigantes", al menos no en el metal. No acaparan firmas sino que se distribuyen bien el material. Sellos patito, sellos nuevos, piratas; la música está en todas partes, a muchos precios y al alcance de casi todos. 

Una agrupación como Oasis puede en pleno 2022, tras pandemia vivida, editar un concierto de 1996 en vinil y ofrecerlo en más de 1,300 pesos sin problema. Hay clientes para todo. Mientras que de un súper grupo como The Winery Dogs se pueden conseguir copias de discos dobles en vivo por solo 31 pesos, "originales". El río está revuelto, pero la música corre a borbotones. 

De esas piezas que poco a poco se vuelven clásicas, vino a mí en forma de recuerdo físico, tangible, el volumen 7 de la recopilación Death… Is just the beginning. Un disco doble con 37 cortes de los más sobresalientes del metal en 2002, cortesía de Nuclear Blast Records. En él, vemos (y escuchamos) grupos como Amorphis, In Flames, Anthrax, HammerFall, Helloween, Primal Fear, Stratovarius, Meshuggah, Soilwork, Manowar, Therion, Hypocrisy, Dimmu Borgir y Destruction, entre muchos otros que han dejado una huella imborrable, pero también aparecen firmas menos memorables, como Raunchy, Cristal Ball, Dew-Scented, No Return o Misery Index, de las que al menos un servidor no recuerda ni su nombre. La música es así, se da en todas partes; hay quien tiene para sobrevivir y hay quien mejor se dedica a otra cosa. 

Nirvana vuelve a estar en la mira de millones de personas 31 años después con Something in the way, el tema que completa Nevermind, álbum que los puso en las listas de popularidad en Estados Unidos. Hoy, ese tema gris, "aburrido", casi casi "de relleno" en aquel laureado disco es el tema central de un filme taquillero que abre la nueva triología de uno de los súper héroes más populares en la historia lucrativa del cómic. Así de simple, se regresa a lo que ya fue escrito años atrás. Así de sencillo se revive a los muertos.

Por cierto, que entre el martes 5 a más o menos el 7 u 8 de abril, se conmemorará un aniversario luctuoso más del genio y figura que fue Kurt Cobain; amado por masas, menospreciado por otros tantos. Como sea, él, Nirvana y su música significaron una revolución a principios de la última década del siglo XX que se niega a extinguirse por completo.     

Hoy, que la escena mundial pretende despertar y volver a los conciertos en directo, la agenda se llena cada día. Recién anduvo por tierras aztecas la banda Obscura, con un genial tour en las ciudades más importantes, ¡y agárrense, porque esto apenas va comenzando! 

Para el 12 de abril, la leyenda brasileña de Sepultura estará de regreso en Monterrey, más unas fechas extra por el territorio nacional. U.D.O. y Emperor son otros de los más esperados, y por supuesto, el famoso México Metal Fest, con su par de ediciones pendientes, V y VI; una constelación de estrellas del metal al alcance de cualquiera. 

No vayamos tan lejos si de música en directo se trata. Por ejemplo, ayer, en la Comarca Metalera, debió llevarse a cabo la primera vez de Luciferian Rites en Torreón. El lugar de siempre (un conocido centro de entretenimiento que sobrevive a todo, muy cerca de la Plaza Mayor) y con la misma gente. El 'heavy music' está vigente; se puede ver, se puede respirar. 

Y así nos podemos seguir, o al menos eso esperamos, en lo que resta del año. Lanzamientos de discos, conciertos en físico y en presencial, nuevos shows, buena vibra.

Ya hace falta mover un poco la cabellera. Pero mientras ese reencuentro se da, aquí sigo husmeando en el pasado. Rescatando 'souvenirs', reafirmando propósitos, planeando la ruta. 

Hay quien se atreve a pensar que en la música, lo que importa es la popularidad, cuando todos sabemos que se trata de una conexión mística, mágica y maravillosa con el ser de nuestro interior. Nos vemos un día de estos, con el sol luminoso de testigo y la vía libre al 'heavy metal'.

Por lo pronto, siguen abiertos los canales de la comunicación. Sígueme en las redes sociales del Dihablo: Facebook [La Música del Dihablo y YouTube]; soy @VozdelDihablo en Twitter e Instagram. 

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