Hace 12-14 años adoptamos la costumbre José Luis Gutiérrez, personaje del beisbol capitalino, mi compadre Pablo H. Ruas y yo de ir a conversar, aunque no siempre los tres, cada dos lunes por la tarde y hasta el anochecer con el gran cronista Tomás "Tommy" Morales, fallecido en febrero de 2018. Las reuniones eran en la oficina que él tenía por el rumbo del monumento a la Revolución, a una cuadra de Insurgentes. Eran tertulias deliciosas.
En alguna de esas reuniones recuerdo haber comentado que al estar haciendo una investigación en la Hemeroteca Nacional, de la UNAM, aparecía en la prensa de la época bastante información sobre la Liga Nacional de Beisbol, LNB (1944-1946), que bien valía la pena hacer una historia de este circuito, en particular recuperar la estadística de las numerosas estrellas que en ella jugaron.
Al poco tiempo, en una de esas reuniones, me dijo Tommy: Te tengo un trabajito, los nietos del pitcher cubano Conrado Marrero, a quien apodan "El Guajiro de Laberinto", me hablaron desde Miami para decirme que con motivo de que su abuelo pronto cumplirá 100 años (el 25 de abril de 2011) están preparando para impresión un álbum conmemorativo de él, pero les están faltando las cifras de los años que jugó en México.
Les aclaré -dijo Tommy- que su abuelo nunca jugó en la Liga Mexicana sino solo en la Liga Nacional, con Ciudad Juárez, y que de esta Liga jamás se publicaron y de hecho tampoco se conocen sus compilaciones. Pero que conocía a un amigo -o sea, yo- que probablemente tuviera esa información.Conrado Marrero fue un formidable lanzador derecho cubano. El gran historiador del beisbol de ese país, Roberto González Echevarría, lo considera en el análisis que hace para la formación de su equipo ideal cubano de todos los tiempos. Dice de él que fue "el mejor lanzador amateur (de su tiempo), ganó 69 juegos en la Liga Cubana, 70 en la Liga Internacional de la Florida, y 39 en las (Ligas) Mayores lanzando para los Senadores de Washington".A pesar de lo dicho, el mote con el que mejor se conoció a Conrado Marrero, dentro y fuera de su país, no fue el de "El Guajiro de Laberinto" sino "El Premier". ¿Por qué? Se desconoce.
La voz "premier" no es de origen castellano. Procedente del francés significa "el estreno" de una película o de un espectáculo, y si del inglés se usa para designar al primer ministro de un gobierno. En el ámbito deportivo se emplea para nombrar a una liga de soccer, o algo así. Pero a alguien en La Laguna se le ocurrió para identificar a un circuito de beisbol.
Sin embargo, en el mundo del beisbol decir "premier" equivale a hacer referencia al gran pitcher antillano Conrado Marrero, de ascendencia española.
