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RAFAEL ROSELL

Ciertamente resulta exasperante para el periodismo lagunero y los seguidores santistas la manera estrictamente institucional en que se maneja Santos Laguna en cuanto a la información previa a los inicios de cada torneo.

Aparecen nombres de posibles refuerzos que se consiguen hurgando en las redes, la dirigencia lagunera no suelta prenda, ellos a sus tiempos y de ahí no los sacas. Experiencias de hace años hacen ser sumamente precavidos a la directiva comarcana. Si se reconoce el interés por tal o cual futbolista inmediatamente se encarece.

Mejor con pies de plomo y una secrecía que ya quisiera la KGB soviética. No surge la información y los medios la necesitamos lo más pronto posible, pero, la mayoría de las veces hay que esperar el comunicado oficial, nada enoja más a un medio de comunicación que tener que publicar un comunicado del club, porque todos se enteran simultáneamente, obvio el medio quiere tener la ansiada exclusiva, pero con Santos es una lucha extenuante, ¡informen por Dios! pide la afición y el periodismo, y de la casa verde y blanca, el mensaje virtual es: “si no tengo nada que informar para que organizo una rueda de prensa para decirles que no hay nada y que no podemos revelar nombres de los posibles refuerzos porque nos los encarecen”.

Bueno, digamos que está bien, así es y al parecer así seguirá siendo el estilo hermético de los Guerreros o lo aceptas o te pones a buscar tú la información.

Ahora, otro ángulo de este asunto ya no pasa por posibles refuerzos si no de los que ya tienes como el oscuro caso del neerlandés Alessio Da Cruz, un muchacho de 24 años que se ha convertido en un dolor de muelas para Almada y ahora para Caixinha, sus indisciplinas al parecer fueron tan graves que el entrenador uruguayo de plano fue categórico con su dirigencia, “yo con este muchacho ya no cuento, lo mejor es que no esté en el equipo”, así de claro.

Da Cruz desafió continuamente la autoridad de Guillermo Almada hasta incluso retarlo a golpes y simplemente así no se puede seguir. Se fue Almada, llega Caixinha y al parecer la actitud de Alessio no cambia. Que se arrepintió de venir a Torreón, que extrañaba sobre manera Europa.

Da Cruz prácticamente se ha convertido en el Antonio Brown de los Guerreros, problemático como el solo y aquí la gente exige que la dirigencia lagunera informe o mande un reporte detallando puntualmente todos los desatinos del chavo de origen caboverdiano, pues no lo va hacer, se quiera o no Alessio hasta el momento sigue siendo parte del equipo y si Santos trata de acomodarlo y no perderle a la operación pues no va a darse un balazo en el pie ventilando los estropicios del delantero europeo.

Recordemos el caso de uno de los mejores jugadores en la historia del club, Antonio Apud. Solo le tomó dos años al llamado “Turco” para convertirse en un ídolo de la afición comarcana, y para antes de que iniciara la temporada 95-96 con el Turco como un referente del equipo, de repente ¡zas! que se va al Veracruz, obvio ardió Troya, los medios explotamos: “que está haciendo Santos, ¿se volvieron locos?” además en la época boyante del club con el apoyo del Grupo Modelo propietario del equipo. ¿Dinero? Claro que no, ¿capricho de Patricio Hernández entrenador del equipo? Tampoco, si el Pato no era güey y deshacerse del mejor volante de contención de la liga era una irracionalidad.

Jugando para el Veracruz sufrió una grave lesión precisamente en un partido contra Santos en el viejo Corona, lejos de rehabilitarse propiamente dio positivo en cocaína, el propietario de los Tiburones en aquella época, Moisés Saba (QEPD) lo denunció públicamente y reiteró que no era la primera vez que el “Turco” se había metido en problemas con las drogas.

Y ahí surgió lo que Santos calló para poder acomodar al Turco en otro equipo, cuando los medios y la gente le exigió al club que informara el motivo de la venta de Apud , la dirigencia lagunera aguantó y el tiempo dio la razón al equipo y el perjudicado fue el cuadro veracruzano donde Apud no volvió a ser ni la sombra del brillante jugador que fue con Santos Laguna.

Le deseamos lo mejor al gran tucumano que se tuvo que retirar apenas a los 30 años en 1996 con los esmeraldas del León. La verdad siempre sale a la superficie, tarde o temprano, todo depende del margen de paciencia que cada quien tenga.

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