(EFE)
Kirguistán y Tayikistán acordaron hoy retirar las fuerzas militares adicionales desplegadas en los últimos días en la frontera entre ambos países centroasiáticos, escenario de cruentos combates que dejaron un centenar de muertos.
Ese es el principal punto del documento firmado hoy por los jefes de los servicios de seguridad de ambos países, según informaron ambos órganos en sendos comunicados.
El acuerdo busca estabilizar la situación y mantener y reforzar la paz en la frontera, según explicó Kamchibek Tashíev, jefe del Comité Estatal de Seguridad Nacional de Kirguistán.
Kirguises y tayikos también se comprometieron a respetar el alto el fuego a petición de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), la alianza militar postsoviética liderada por Rusia a la que pertenecen ambos países.
"Vemos inaceptable cualquier intento de utilizar la fuerza para resolver cuestiones en disputa y estamos convencidos de que no hay alternativa a los enfoques políticos y diplomáticos", señaló la alianza en un comunicado.
La OTSC indicó que las dos repúblicas juegan un papel importante para garantizar la seguridad colectiva y contribuyen a garantizar la paz y la estabilidad en el área de responsabilidad de la alianza, formada por Rusia, Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán.
Del lado kirguís se informó de 59 fallecidos en los combates que se produjeron en la región fronteriza de Batken, en el suroeste del país limítrofe con China.
En tanto que Tayikistán, que comparte frontera con Afganistán, hubo hasta ahora 41 fallecidos, aunque las autoridades admitieron que el saldo mortal podría ascender, ya que hay muchos heridos en estado crítico.
En el lado kirguís resultaron dañados unas 280 edificios residenciales, lo que obligó a la mayor evacuación de civiles en 30 años de independencia con más de 140 mil evacuados.
Se trata del choque fronterizo más grave desde abril de 2021, cuando fallecieron hasta 43 personas y más de 250 resultaron heridas.
Los recurrentes conflictos en la zona obedecen a que de los 980 kilómetros de frontera que comparten estas dos antiguas repúblicas soviéticas de Asia Central han sido demarcados solo unos 580.
