Israel ha sufrido desde finales de marzo una ola de seis ataques, todos cometidos por árabes-israelíes o por palestinos, en los que han muerto un total de 18 personas. (ARCHIVO)
Israel ha revocado los permisos de entrada o de trabajo a más de 1,100 palestinos con vínculos familiares con los autores de la reciente ola de ataques en el país, una medida de castigo colectivo prohibida por la legalidad internacional.
Un alto cargo del Ejército israelí señaló que la medida es "una herramienta eficaz", cuyo propósito es "disuadir a los potenciales terroristas de cometer ataques", según recogen medios israelíes.
En marzo, el gabinete de seguridad de Israel amplió el rango familiar que podía ser sometido a sanciones para disuadir a los palestinos de llevar a cabo tales ataques.
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Acción de este tipo es atribuida a la aviación del Estado judíoHasta marzo, solo a los familiares de primer grado se les han revocado los permisos, pero la norma se amplió a los de segundo grado, como primos, abuelos, vecinos y amigos cercanos, quienes desde hace dos meses pueden perder sus permisos, incluso si no hay indicios de que hubieran ayudado al ataque o tuvieran conocimiento previo del mismo.
Según el diario Haaretz, un miembro de gabinete intentó que las sanciones de revocar permisos se extendieran a clanes enteros, aunque funcionarios se seguridad se negaron por tratarse de una represalia excesiva, ya que los clanes en Cisjordania ocupada pueden incluir entre 15 mil y 50 mil personas, que a veces ni siquiera se conocen.
Algunos líderes políticos pidieron incluso revocar esos permisos a todos los residentes de la aldea del atacante, con el argumento de que la dificultad para ganarse la vida generaría presión dentro de la sociedad palestina para evitar atentados.
De manera habitual, Israel también ordena la demolición de la vivienda familiar del atacante, otra forma de castigo colectivo que viola las normas internacionales y muy criticada por organizaciones de derechos humanos.
Esta misma semana se demolió la casa en el norte de Cisjordania ocupada de los atacantes palestinos que mataron a finales del año pasado a un colono en Homesh y el Ejército israelí entregó órdenes de demolición a las familias de los responsables del ataque en abril en Tel Aviv.
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Las autoridades iraníes aseguran que han arrestado a varios implicados en los supuestos hechosIsrael ha sufrido desde finales de marzo una ola de seis ataques, todos cometidos por árabes-israelíes o por palestinos, en los que han muerto un total de 18 personas, que han sido respondidos con redadas y otras operaciones en Cisjordania ocupada, en las que han muerto una treintena de palestinos, varios civiles desarmados sin vínculos con ninguna milicia palestina.
"En la situación actual, no podemos seguir actuando de manera rutinaria sin que haya un precio por la incitación en las redes sociales. En varios de los incidentes, hemos identificado cooperación y ayuda a esos terroristas por parte de sus familias y amigos palestinos, que deben saber que tiene un precio", señaló el alto funcionario de seguridad a la prensa israelí.
"El joven que piensa ir a realizar un atentado terrorista debe saber que sus actos tendrán repercusiones muy duras tanto en su entorno más cercano como en el más lejano”, añadió.
