En el mismo periodo del año pasado, la población afgana en situación de inseguridad alimentaria era de 9.5 millones. (ARCHIVO)
El crudo invierno y las pérdidas agrícolas dejaron a más de 20,000 afganos de la provincia de Ghor, al noreste del país, en situación de hambruna, dijo hoy el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el mayor brazo humanitario de Naciones Unidas.
"La única comida de estas personas durante los siete días de la semana era pan, es la primera vez que se ha alcanzado este nivel de inseguridad alimentaria en el país", comentó en un enlace por videoconferencia la representa del organismo en Asia, Anthea Webb.
La situación alimentaria en Afganistán provocada por la combinación de la crisis económica y de una sequía continúa siendo devastadora y alrededor de 20 millones de afganos no tienen alimentos de forma regular, sostuvo Webb.
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El préstamo tiene una tasa de interés por debajo de las establecidas en el mercadoLa portavoz explicó que la ayuda humanitaria internacional y la resiliencia de los trabajadores del campo afganos ayudó a evitar una catástrofe aún mayor en los meses más duros del invierno.
Por su parte, el representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) Richard Trenchard, quien habló desde Kabul, explicó que en los próximos seis meses se espera una "ligera mejoría" en la situación alimentaria del país.
"Coincidiendo con la recogida de la cosecha se espera que la cifra de afganos en situación de inseguridad alimentaria severa disminuya de 19.7 millones actualmente a 18.9 millones en noviembre próximo", explicó Trenchard.
En el mismo periodo del año pasado, la población afgana en situación de inseguridad alimentaria era de 9.5 millones.
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El representante de la Organización indicó que el número de áreas declaradas en estado de emergencia por su situación alimentaria bajará de 21 a 12 y abogó por continuar con los programas de ayuda a largo plazo para hacer a las comunidades rurales de Afganistán más capaces de enfrentar estos periodos de crisis.
"El impacto de los elevados precios de los alimentos, las sanciones que aún pesan sobre las autoridades de facto, el desempleo y una importante disminución de los ingresos y del poder adquisitivo de las comunidades son los principales impedimentos para una mejora de la situación luego de la cosecha", concluyó Trenchard.
