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Después de más de dos meses de otro proyecto más en donde La Academia busca impulsar la carrera de un artista, anoche dentro de la escuela formada por TV Azteca, se llevó a cabo una cena de despedida en la que asistió el director, Alexander Acha, los maestros y los cinco alumnos finalistas.
Fueron muchas lágrimas de emoción las que provocaron los discursos que compartieron todos los asistentes, siendo el maestro Beto, quien recientemente visitó La Laguna, y el cual reconoció el gran liderazgo y trabajo que realizó Alexander para esta treceava generación, resaltando la carrera que ha logrado forzar independientemente de su padre, Emmanuel.
Andrés fue el académico que más conmovido se mostró, pues dijo que esta experiencia había sido un gran regalo para él, ya que lo llevó a descubrirse como artista y como un ser sensible que ahora puede ser capaz de expresar sus emociones.
La maestra de baile, Guille, decidió reconocer La Academia, un proyecto del que ha formado parte a lo largo de sus 20 años, y del cual se siente orgullosa de pertenecer, pues dice, le ha permitido conocer grandes personas desde la primera generación, como Miriam, exalumna que en esa ocasión fungió como madrina.
Rubí, la participante más controvertida de esta generación, agradeció a sus maestros la paciencia y la fortaleza que le brindaron para no abandonar el proyecto ante muchas adversidades que tuvo que enfrentar.
Mar, una de las favoritas para llevarse el primer lugar, destacó que en ella La Academia la enfrentó a su gran miedo, las críticas, mismas que ahora sabe dominar y utilizar para pararse con mayor confianza sobre el escenario.
La Academia 20 años cerrará su curso con dos conciertos este sábado y domingo, y por fin se conocerá quién es el alumno que el público elige para llevarse el premio absoluto.
