
La queja es de muchos... un grito desesperado de familias que anhelan vivir en paz y tranquilidad, sin lograrlo, por culpa de sus vecinos ruidosos.
"Eran las cuatro de la madrugada y el vecino seguía con su música a todo volumen… empezó desde las siete de la tarde. Ellos se van a levantar mañana a la hora que les dé su gana y yo no, yo tengo que ir a trabajar a las ocho, y no me atrevo a decirle nada porque es muy violento, no quiero problemas y aparte, dicen que es influyente".
Así, soportando música e insomnio, Lety pasó una noche más de sábado para domingo. Lety vive en una de las cerradas de la colonia Residencial del Norte y prefiere mantenerse en el anonimato, porque "no quiere problemas con el vecino ruidoso que no respeta el descanso de los demás".
Lety es una más del amplio grupo de gente que batalla por el comportamiento inconsciente del vecino ruidoso y no es más que el reflejo del problema grave que se vive en fraccionamientos y colonias, y el grito desesperado de muchas familias que anhelan vivir en paz y tranquilidad, sin lograrlo, porque tuvieron la mala fortuna de tener cerca de su casa a un vecino que ignora o se niega a entender que el respeto al descanso ajeno es la paz, y que aprovecha la incapacidad de una autoridad que hasta el momento, se ha mostrado poco efectiva ante este problema que altera los nervios y atenta contra la sana convivencia.
Apenas el sábado anterior habían tenido una fiesta y este que pasó, como a las siete de la tarde sacaron otra vez la bocina a la calle. "Otra noche sin dormir", narra impotente Lety. A las once de la noche ya estaba la fiesta con música estridente, ninguno de los invitados era del sector y no puedes evitar el pensar que cualquiera de ellos se va a descansar a la hora que quiere y uno no.
Desde las once y hasta las dos, le bajaban a veces y se podía pensar que se acababa la fiesta, pero no, cuando te estabas quedando dormido, otra vez le subían al volumen. Pocos minutos después de las dos de la madrugada se fueron varias personas, parece que terminaba la pachanga, pero no, empezaron con el karaoke.
Alguien mandó a la patrulla, cuyos agentes dialogaron con los asistentes a la fiesta pero cuando se fueron le bajaron al volumen unos cinco minutos y después todo siguió igual, la patrulla ya no regresó, y es que hace unos días les echaron a los policías y los mismos policías les dijeron quiénes se habían quejado.
Siendo conscientes, está bien que hagan su fiesta, no tan seguido y que a las dos de la madrugada la terminen, pero esta gente siempre es de amanecida, asegura Lety que así como muchos, pasa los fines de semana con música e insomnio.
El Siglo de Torreón tuvo contacto con gente que padece por estos problemas en el fraccionamiento Satélite, conocido también como San Ignacio, en la calle Bella Vista de la colonia Las Julietas, en la calle Universal de la colonia La Dalia, donde cada fin de semana se protagoniza la llamada "Guerra de Bocinas", en la cerrada San Jorge en la colonia Villas de California, en la calle Mitla de Valle Oriente.
VECINO RUIDOSO
Representantes de la anterior administración municipal recordaron que debido al elevado número de quejas presentadas cada fin de semana, se implementó el llamado programa "Vecino Ruidoso", con la participación de los departamentos de Inspección y Verificación, Medio Ambiente, Seguridad Pública y otras.
Los fines de semana se acumulaban hasta 250 quejas por parte de gente que no podían dormir por el ruido provocado en fiestas vecinales.
El programa estaba funcionando, pero entonces surgió un filtro, pues para atender la queja, la autoridad condicionó al solicitante que enviara un video, lo que detuvo el proceder, pues el vecino lo que quería evitar eran los problemas.
Susana Estens, titular de Medio Ambiente en la actual administración, reconoce la situación y considera que se trata de un problema de salud, pues ataca el sistema nervioso. Desafortunadamente mucha gente está en la creencia de que la música con volumen alto es lo normal, sin tomar en cuenta que el ruido así es contaminante.
Añadió que en la zona comercial, donde se ven aparatos de sonido con volumen al máximo, ni siquiera es cuestión del empleado, sino del patrón que da la orden y es algo que se tiene que revisar.
El padre Ignacio Mendoza Wong Sánchez, miembro de la comunidad católica, sostiene que es cuestión de valores, de respeto, de no hacer a nadie lo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros.
"No hay que olvidar por un lado, la formación humana, la expresión de hábitos de buena relación con los demás, nos necesitamos los unos a los otros para tener una buena convivencia y nadie desea vivir en espacios ariscos, violentos, agresivos y tensos, donde definitivamente no vale la pena arruinar la vida por este tipo de comportamientos.
Lety, que el próximo sábado seguramente otra vez no va a dormir, considera que la forma de proceder contra el vecino ruidoso debe ser más efectiva, pues no puede ser que el incumplimiento de las reglas básicas de respeto y convivencia de cualquier sociedad, impida vivir y descansar, en este caso, como se debe y se desea.
250
QUEJAS
Era la cifra promedio que se recibía los fines de semana en la pasada administración, a través del programa
'Vecino ruidoso'.
Poco efectivas
Hasta el momento, las autoridades se han mostrado poco efectivas ante este problema.
* Durante la anterior administración, se implementó el programa 'Vecino ruidoso'.
* Los fines de semana se acumulaban hasta 250 quejas.
* El programa estaba funcionando, pero entonces surgió un filtro, pues para atender la queja, la autoridad condicionó al solicitante que enviara un video
* Esto detuvo el proceder, pues el vecino lo que quería evitar eran los problemas.