(Foto: FERNANDO COMPEÁN / EL SIGLO DE TORREÓN)
No solo en el cementerio se recuerda a los seres queridos que ya no están en este mundo.
Josefina Álvarez y Fernando Reyes, acudieron al lugar en donde su pequeño nieto Ángel, perdió la vida hace ya siete años.
Su cruz se localiza en el camellón central del bulevar Jabonoso frente a la colonia El Amigo en Gómez Palacio, donde vivía junto a sus padres.
Como cada año, sus abuelos adornaron la cruz. Don Fernando se encargó de lijarla y retirar las viejas flores un día antes para dar los últimos detalles este 2 de noviembre.
Flores azules, amarillas, rosas y unos globos de color azul, se colocaron en la cruz “para que siempre esté alegre”, dijo don Fernando, quien aunque aseguró que es doloroso, nunca olvidará a su pequeño.
“Siempre alegre”, es como lo recuerda a su nieto más pequeño, quien además era muy conocido en su colonia porque corría de un lado a otro por las calles del lugar.
“Se le recuerda igual”, dijo con tristeza su abuelo, quien no perdió ningún detalle para que el lugar luciera colorido. Será hasta otro día, que el nombre del pequeño luzca nuevamente en la cruz que su abuelo repintó para que se viera mejor.
Tras lo sucedido, sus padres se mudaron a otro lugar, pero en fechas especiales como este 2 de noviembre, el día del niño o en su cumpleaños, acuden a este lugar para recordarlo.
“Es difícil pero tenemos que venir a ponerle una ofrenda, tenerlo siempre presente. Porque siempre está presente”, dijo Josefina, quien se encargó de colocar los globos en el lugar.
Además de visitar el sitio donde el pequeño murió de forma instantánea tras haber sido atropellado por un camión de pasajeros en marzo del 2015, sus familiares también acuden al cementerio donde descansan sus restos.