
Por más de dos décadas, don Jesús se disfrazó de Santa Claus para regalar sonrisas y alegría a cientos de niños laguneros. (EL SIGLO DE TORREÓN)
El famoso "Santa Lagunero", aquel que recorría las calles de La Laguna en su trineo motorizado, falleció. Fue a través de redes sociales que se dio a conocer el día de ayer la lamentable pérdida de Jesús Octavio González Coronado, quien diera vida a Santa Claus por más de dos décadas.
Fue la asociación Angelitos de CAEI (Centro de Atención Especial Infantil), que confirmó la lamentable pérdida de don Jesús Octavio: "Con toda tristeza comunicamos que nuestro querido Santa Lagunero falleció... Nuestro más sentido pésame a toda su familia", fue el mensaje que se publicó por parte de la asociación, que por años fue su centro de acopio de juguetes.
La noticia causó cientos de reacciones entre los laguneros, quienes se mostraron consternados por la pérdida, a la vez que compartían alguna anécdota con Santa Claus.
Año con año, don Jesús recorría las calles de la ciudad con su inigualable trineo, en el que salía a entregar juguetees a hospitales, escuelas y asociaciones civiles de Torreón.
En una de sus primeras entrevistas que ofreció a El Siglo de Torreón hace más de una década, don Jesús o el "Santa Lagunero", comentó que cuando era apenas un niño recibió un regalo de las manos de Santa. En aquella época vivía lleno de necesidades, siempre con los pies descalzos.
"Fui un niño marginado, comer una vez al día era ganancia. Recibir ese pequeño obsequio de Santa Claus me hizo feliz, se me quedó grabado para toda la vida, fue algo maravilloso", compartió en aquella ocasión.
Tras ese encuentro, Jesús quiso regalarle a la vida algo de lo que ella le dio cuando era un niño. Primero, se vistió como Santa para su hija, y después para cientos de niños.
Para el 2020, ofreció una nueva entrevista en la que mencionó: "La idea nació por darle una sorpresa a mis hijos, pero al pasar por las calles me conmovieron unos niños chiquitos que en medio del frío, estaban pidiendo dinero, fue entonces cuando pensé en tratar de llevar un poco de alegría y espíritu navideño a todos ellos, ese día recuerdo que fui y compré unos bolos y se los llevé".
Fue entonces que al ver la carita de alegría y de inocencia que le regalaron, se enterneció y entonces se le ocurrió emprender la aventura de volverse Santa Claus.
Para don Jesús, el vestirse como Santa era algo gratificante, sobre todo por la reacción que tenían los niños al verlo en Navidad.
"Lo que más me emociona es cada que voy con niños con capacidades especiales, cuando ven a Santa se ponen muy contentos y eso es algo que no cambio por nada. También me reconforta llevarles alegría a pequeños de escasos recursos. ".
Descanse en paz, Jesús Octavio González Coronado.