(CORTESÍA)
Este miércoles se llevó a cabo la llamada “entrega al pueblo del Cristo del Señor de Mapimí”, imagen que además de una bendición para el municipio, será un proyecto turístico que fomentará la cultura e incrementará el desarrollo, anunciaron las autoridades.
El evento fue presidido por monseñor Jorge Estrada Solórzano, obispo de la Diócesis de Gómez Palacio; la alcaldesa de Mapimí, Marisol Peña Rodríguez; y el secretario de Turismo, Eleazar Gamboa, en representación del gobernador José Rosas Aispuro Torres.
La idea original fue concebida por la alcaldesa con la intención de que se permee un sentido de pertenencia en los habitantes, rescatando la fe, devoción, raíces e historia por los orígenes del pueblo, además de agradecer a los habitantes de Cuencamé por el cuidado que por más de 307 años han brindado con respeto y devoción a nuestro Señor de Mapimí.
"El Cristo que fue salvado de la destrucción se convirtió en la imagen representativa de este pueblo, bajo la advocación del Cristo del Señor de Mapimí, es la prueba de que hemos surgido de las adversidades del desierto", explicó Peña Rodríguez.
Por su parte, Elezar Gamboa, agregó que "Mapimí es más bonito, desde el primer día de la administración de Marisol, hemos trabajado en conjunto y cerrar con algo tan importante, le da un realce a su gobierno, el cual estamos terminando como lo que somos, gente de fe orgullosa de nuestra historia".
El Cristo Crucificado, que se encuentra en el cerro del Viacrucis, tiene un total de 18 metros de alto, la estructura fue construida con 12 toneladas de acero al carbón, ensamblado artesanalmente y tiene un acabado con pintura electrostática horneada y se localiza sobre una cimentación robusta de 170 toneladas.
Su tiempo de fabricación fue de dos meses y tomó siete días su instalación, ya que se transportó de Gómez Palacio a Mapimí, el 10 de agosto.
