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Ensayo sobre la cultura

Nuestros queridos ancestros

JOSÉ LUIS HERRERA ARCE.-

¿Qué tanto, en las escuelas, nos han enseñado de las culturas precolombinas? Para mí, muy poco. Con tan escasa información, no es mucho lo que podamos entender y mucho menos enorgullecernos. En realidad, la información se ha perdido a causa de la destrucción de los documentos, por partida doble. La primera vez, por los aztecas, que quisieron contar de nuevo la historia poniéndose ellos mismos como los principales protagonistas y como el pueblo elegido; y posteriormente por los españoles, que al no entender una religión basada en los sacrificios humanos, acabaron con todos los vestigios de ella. Se llevaron entre las patas todos los códices existentes. Los que conocemos ahora, no son los originales, sino que se elaboraron a partir de las historias que los viejos contaban a los misioneros, como Bernardino de Sahagún.

El principal problema es que, al carecer de datos, nos basamos en las interpretaciones que los estudiosos puedan dar de las piezas arqueológicas encontradas. Si el documento fue destruido, el monumento se presta a la interpretación, con todos los riesgos existentes. Los que estudian semiótica, o semántica, lo entenderán.

A grandes rasgos, en Mesoamérica florecieron cuatro culturas importantes. Primer escollo, Mesoamérica. ¿De dónde a dónde abarca? No incluye a los tarascos, ni a los mayas, ni a los zapotecas, ni a los mixtecos, ni a todas las tribus chichimecas que andaban de un lado a otro por el norte de nuestra actual república, ni muchas etnias más situadas en Oaxaca u otros estados de la república. A menos que estudies arqueología, no sabrás como se distribuyen las etnias en nuestro país.

Las cuatro culturas son: la olmeca; a esta la conocemos por sus cabezas que se han encontrados en el estado de Veracruz. La Doctora Beatriz de la Fuente es quien más la ha estudiado y Carlos Pellicer, desarrolló un lugar arqueológico llamado La Venta, donde algunas de esas cabezas se exhiben. Para nuestra vergüenza, hace muchos años, unos jóvenes drogados o borrachos se dedicaron a pintarlas con aerosol como una travesura. Hasta dónde puede llegar la imbecilidad del género humano.

Estos pueblos, aparte de ser agricultores, o dedicarse a la crianza de animales, eran también comerciantes. Se descubre a partir de la cerámica encontrada en el sitio, que alguna de ellas tenía elementos de otras culturas como la maya. En aquellas regiones se encuentran piezas elaboradas por los olmecas.

La segunda cultura es la teotihuacana. Uno se queda pasmado de tan gran ciudad y de los habitantes que contenía. También aquí se afirma que su principal actividad era el comercio y que también eran guerreros, y existían los sacrificios humanos. Su religión desarrolla el concepto de Quetzalcóatl que va a quedar definido con los toltecas. A partir de lo que cuentan los mitos, tiene muchas significaciones: es un Dios, pero es un hombre: Topiltzin; fue uno de los cuatro soles que antecedieron al quinto, es quien baja al inframundo a recuperar los huecos para crear al hombre, es quien le concede el maíz para su manutención. Es un Dios que podríamos considerar dialéctico: serpiente emplumada.

Una vez caída la gran ciudad, que nadie puede explicar por qué cayó, los toltecas, desde tula, se enseñorearon de la zona mesoamericana y su influencia llegó hasta las tierras mayas, donde está comprobada su influencia, sobre todo en Chichen Itza. La figura de Quetzalcóatl ya está completamente desarrollada; y ya no solamente es importante para los toltecas, sino también para todos los demás pueblos. Algunos reyes de estas regiones iban a lugares toltecas a recibir una especie de consagración de su puesto. Como los emperadores o reyes europeos acudían al Papa.

Los toltecas también desaparecen. Nuevas migraciones se van a suceder, entre ellas, la azteca, que según la historia mítica salen de Aztlán. Son doce tribus. Nadie sabe en donde está este lugar; hay puras suposiciones. El caso es que los aztecas no se conforman con los dioses que van encontrando, sino que crean, o rescatan, el propio: Huitzilopochtli, dios solar que pedía corazones para poder sobrevivir. Vinieron de la nada. Sirvieron a Azcapotzalco, para después aliarse a Texcoco y Tacuba, en la triple alianza, vencerlos y convertirse en el gran imperio que encontraron los españoles. De Acamapichtli a Cuauhtémoc, cuantos emperadores aztecas conoces. ¿Su principal ideólogo?

¿Serán estos conocimientos inútiles que hay que evitar, porque en nuestros tiempos ya no sirven para nada? ¿De dónde sacaremos el coraje y el orgullo para combatir nuestras adversidades?

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