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Los altos niveles de inflación y una caída en el ingreso laboral promedio de los trabajadores del país, ocasionaron que 2.4 millones de mexicanos se sumaran a la condición de pobreza laboral, que significa que sus ingresos no alcanzan para comprar la canasta alimentaria.
En términos reales, la pobreza laboral se incrementó 1.8 por ciento en ese periodo en comparación con el trimestre anterior, al pasar de 38.3 a 40.1 por ciento, al registrarse una disminución del salario real contractual.
De acuerdo con el Índice de Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP) del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, en 27 de los 32 estados se presentó este aumento de la pobreza laboral; Coahuila, junto con Hidalgo y Morelos fueron las entidades que contrariamente presentaron una reducción de este indicador, con 1.2, 6.2 y 0.7 puntos porcentuales, respectivamente.
Durango, sin embargo, mostró un aumento del 0.5 por ciento de la población con un ingreso laboral que es inferior al costo de la canasta alimentaria.
La pobreza laboral a nivel nacional del tercer trimestre de 2022 (40.1 por ciento) es incluso mayor al porcentaje observado antes del inicio de la pandemia en el primer trimestre de 2020, que fue de 36.6 por ciento. En el ámbito rural y urbano se presenta una situación similar, ya que los porcentajes de pobreza laboral en el tercer trimestre de 2022, 53.2 por ciento y 36.0 por ciento son superiores a los mostrados en el primer trimestre de 2020, cuando se encontraban en 50.3 y 32.3 por ciento, respectivamente.
