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Del 27 de febrero de 2020, cuando se confirmó el primer caso de COVID-19 en México, a la fecha, el país ha transitado por distintas etapas de la pandemia hasta llegar a la cuarta ola actual, sobre la cual autoridades de Salud han destacado notables disminuciones.
Pasando por restricciones económicas, laborales, educativas e incluso sociales, la nación registra actualmente casi 5.7 millones de positivos, así como 323 mil muertes por la enfermedad.
Pero, a la par, en México suman más de 85 millones las personas vacunadas, de las cuales una cifra superior a los 79 millones ya cuentan con el esquema completo antiCOVID.
El Dr. Michel Martínez, jefe de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica y líder del Programa COVID-19 de TecSalud, ha puesto en relevancia que la cuarta ola de COVID-19 va a la baja en México y el número de casos se ha visto reducido, lo cual nos ha hecho preguntarnos si eso significa que terminó la pandemia, si ya podemos retomar la vida de antes o qué escenarios podemos esperar ahora.
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Ayer fue el último día de la Jornada Extraordinaria para rezagados en Hospital GeneralEl experto señala al respecto que pese a que hay un bajo número de contagios, la pandemia no ha terminado y los casos del virus SARS-CoV-2 aún no están controlados.
El infectólogo indica que aunque es el escenario al que ve menor probabilidad de que ocurra, no hay que descartar la aparición de una nueva variante que propicie un riesgo mayor en la población.
"De momento es poco probable (que ocurra), porque la vacunación es muy reciente hablando de refuerzos y eso sí está claro que ha disminuido la severidad. Tendría que ser por una variante sumamente excepcional que tenga muchas mutaciones en la parte de (la proteína) Spike, la espícula donde se ancla el virus en el tejido respiratorio. Lo veo muy poco probable de momento", dijo.
Recordó que en olas anteriores, se vivían medidas como el confinamiento, actividades de trabajo y escuelas al 100% en modalidad virtual, con establecimientos y áreas recreativas cerradas, y el uso de cubrebocas en todo momento.
Sin embargo, puntualizó que este escenario pudiera parecer más complicado, aunque en caso de que llegue a ocurrir, el aprendizaje de la sociedad en dos años de pandemia ayudaría a aminorar el impacto.
“No creo que nos vaya muy mal porque ya entendemos muchas cosas del COVID-19. Por ejemplo, entendemos que si te comienza a faltar el oxígeno tienes que ir a un hospital a internarte, a recibir medicación antiinflamatoria temprana. El escenario catastrófico o de temor como el que vimos en el verano de 2020 y 2021 no lo vamos a volver a repetir, porque la vacunación sigue avanzando y porque vamos a tener medicamento de acción directa”, explicó.
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En una primera etapa se realizó un censo para detectar el númeroY en otras previsiones, sobre el que sería un escenario más favorable después de la cuarta ola de COVID-19, el Dr. Michel señaló que esperaría que las personas pudieran retomar en gran parte sus actividades de la era prepandemia.
"En el escenario optimista siento que las personas podrían recobrar parte de su vida anterior; por ejemplo, quitar el cubrebocas en espacios abiertos y tener escuelas abiertas, que eso ya lo estamos viendo en Nuevo León”, comentó, añadiendo que en cuanto a la frecuencia y gravedad, ya no se esperarían olas de COVID-19 como en los 2 años anteriores y los casos que se presenten serían en un número esperado o controlado, convirtiéndose en enfermedad endémica.
En este caso, consideró que se podría limitar el uso del cubrebocas solo en lugares cerrados y con poca ventilación como escuelas, cines o transporte público. Retomar actividades presencial con aforos al 100% en escuelas, lugares de trabajo y de esparcimiento. Eliminar medidas como tapetes sanitizantes y toma de temperatura en accesos a instalaciones. Permitir abrazos y saludos de beso (de no más de 3 o 5 segundos), pero, limitando el saludo de mano y elegir mejor el de puño para evitar una eventual transmisión de otras bacterias.
Finalmente, en un artículo del Tecnológico de Monterrey, el infectólogo comentó que en cualquiera de los escenarios que se presenten después de la cuarta ola de COVID y el resto del año, hay medidas de prevención que deben perdurar, como la vacunación, espacios ventilados y el uso del cubrebocas
"Estamos saliendo de esta cuarta ola y los casos son muy bajos, hay que verlo como una oportunidad para seguir con la vacunación y trabajar, por ejemplo, en mejorar la ventilación en escuelas y oficinas", comentó.
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Biológicos han demostrado su alta efectividad para prevenir la infección sintomática y la hospitalizaciónAdemás, dijo que hay otras prácticas que se deben seguir considerando, como el uso de pruebas de detección de COVID-19 y su solicitud en aeropuertos; también está el home office y el uso de gel antibacterial.
"La solicitud de pruebas negativas en aeropuertos no creo que vaya a ser algo que vaya a cambiar, porque finalmente nunca vamos a dejar de estar exentos de nuevas variantes; aún y en números verdes, no creo que pronto podamos viajar en avión sin mascarilla. El uso de gel antibacterial debería quedarse porque concientiza sobre el lavado de manos y eso contribuyó a tener menos casos de diarrea infecciosa en verano, y en invierno el cubrebocas ayudó a disminuir drásticamente los casos de influenza”, añadió.
Y en cuanto al home office, dijo que se comprobó que las empresas pueden seguir funcionando, y contribuye a una mejor dinámica en las ciudades y sirve a los negocios a reducir costos con un menor número de empleados presenciales.
“El COVID-19 no va a desaparecer; es una enfermedad que llegó para quedarse", advirtió.
