El boletín oficial emitido por Algodoneros de Unión Laguna informa que Missael Rivera pasó a los Saraperos de Saltillo a cambio de un jugador por designarse posteriormente; la nota de Aarón Arguijo en Meta, señala que se trata de una venta definitiva. Varios seguidores de la causa guinda lamentan la partida de Missael, algunos más critican severamente a la directiva por una decisión que no tomó. El jugador no aceptó el contrato que le ofrecieron, y en lugar de inhabilitarlo, tomaron un recurso económico que deberá servir para hacerse de un elemento del mismo nivel.
¿A quién le asiste la razón, al jugador o a la directiva? La respuesta es muy complicada si no se conocen las exigencias del pelotero, ni la oferta que le hizo el club. Lo más común en estos casos es colgar a la directiva la etiqueta de "tacaña", en un acto injusto y fuera de la realidad. Guillermo Garibay Fernández, entonces gerente deportivo de los Algodoneros, aseguraba que algunos jugadores con buenos números en el beisbol invernal, pretendían cobrarlo en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB). Missael tuvo buena actuación en Charros de Jalisco, e incluso fue a la Serie del Caribe; como suplente de Amadeo Zazueta y de José Manuel Rodríguez cumplió con creces, pero a esa actuación deberá sacarle provecho cuando firme su contrato con los Charros, de cara a la temporada 2022-2023 de Liga Mexicana del Pacífico (LMP).
Se va Missael Rivera como se han ido muchos más, ahora la directiva deberá abocarse a encontrar un short stop confiable y contratarlo a la mayor brevedad posible; en caso contrario, la posición será para Marco Arel Campoy, quien llegó a la organización como suplente y ya demostró sus alcances. También decía Guillermo Garibay Fernández, que lo más complicado de su labor, era cuando firmaba a los jugadores, el inmortal del Salón de la Fama platicaba infinidad de anécdotas en su relación laboral con elementos estelares, con los cuales sostenía un estira y afloja muy desgastante; situaciones como la de Missael Rivera no son nuevas, y a lo largo de la historia se han dado en todos los equipos de todas las ligas del mundo.
Ante la inesperada salida de Missael Rivera, hoy se deben analizar dos opciones; traer un short stop, o habilitar a algún elemento de los que ya se tiene; Jhoan Ureña dijo en su primera práctica, que se siente mejor en tercera base ¿por qué no probarlo en el campo corto? La misma fórmula se puede aplicar en el caso de Yangervis Solarte; otra opción es Marco Campoy, de cuya defensa no existen dudas, aunque sí las habría con el bate. La labor de la oficina para resolver este asunto, viene a convertirse en fundamental; el deseo es que se tome la mejor decisión, y para el público de la Laguna sea una temporada inolvidable.
La partida de Missael Rivera para nada cambia los objetivos de la actual directiva, los cuales son ambiciosos y con la meta muy clara, ganar el campeonato de la LMB; Algodoneros se ha pronunciado en favor de traer un jugador que cubra las paradas cortas, y muy pronto podrá saberse de quién se trata. La pretemporada sigue en desarrollo y el armado del equipo prácticamente está listo; la ilusión de los aficionados debe mantenerse intacta, sencillamente porque se ha hecho un buen trabajo de oficina. Muy claro es entonces; con o sin Missael Rivera, Algodoneros será un equipo protagonista en 2022.
