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Pocos regalos provocan tanta ilusión entre los más pequeños como las bicicletas infantiles, uno de los clásicos que están siempre vigentes en cualquier época. ¿Quién no ha soñado durante la niñez con tener una de esas poderosas bicis que se anuncian en la TV o que se ven en las tiendas? Hoy es posible hacer ese sueño realidad más que nunca.
Las bicicletas pequeñas para niñas y niños son uno de los artículos más solicitados en cada época de festividades e intercambio de regalos, pues no hay quien se resista al encanto de la diversión sobre ruedas.
Y hoy, que hay una cultura ciclista cada vez más extendida y consolidada, inculcar ese hábito desde la infancia es, además de muy saludable para los chicos, un acto de amor al planeta.
Memorias del camino
Existen muchas clases, modelos y marcas de bicicletas para niñas y niños, pensadas para atender cada necesidad específica y como expresión temprana de sus personalidades.
Desde las fabricadas con rueditas extra en la parte trasera para los más pequeños que apenas aprenden a manejar, hasta aquellas con diseños vistosos basados en personajes de películas o series de aventuras, las bicis infantiles tienen esa curiosa capacidad de ser simplemente irresistibles.
Buena parte de su encanto radica en que se trata de artículos que se vuelven entrañables con el tiempo, pues nos recuerdan momentos de convivencia y alegría con los padres, los abuelos, los primos o los amigos.
Esos recuerdos dejan huella y acompañan toda la vida. Se vuelven parte de un camino por el que se pasa en dos ruedas.
¿Cómo saber el tamaño correcto de una bici para niños?
Elegir una buena bicicleta para los chicos que además de diversión les brinde seguridad, es de suma importancia. Lo primero que hay que hacer es dimensionar el tamaño de la bicicleta que se necesita de acuerdo con la edad y la complexión de quien va a usarla. Eso se hace a partir del diámetro o rodado de la rueda.
Los rodados para niños y adolescentes van generalmente de las 12 a las 24 pulgadas, en función también del tamaño del chasis del vehículo y el del conductor. Para los niños muy pequeños, de entre dos y cuatro años de edad, las ruedas más adecuadas son las de 12 pulgadas, pues representan una plataforma de apoyo que les ayuda a mantener el equilibrio mientras aprenden a manejar su bicicleta.
En cambio, los chicos de mayor edad y tamaño que están entrando en la adolescencia, necesitan una rodada de 24 pulgadas, que es casi como el de una bicicleta para adultos. En el ínter, todo tipo de aventuras y experiencias sobre ruedas se habrán acumulado en esas salidas a rodar, proceso en el que llevar una vida saludable se convierte en un buen y perdurable hábito.
Una imagen todoterreno
Las bicicletas infantiles deben ser cualquier cosa, menos aburridas. Así que junto con su tamaño y resistencia, el diseño y el modelo son un tema importante a definir.
Aunque en la actualidad se han roto varios estereotipos, niñas y niños tienen gustos específicos que proyectan sus personalidades en desarrollo y que encuentran en el modelo de sus bicis un vehículo para expresarse.
Así que lo mismo podemos encontrar modelos con canastillas para llevar a los muñecos a dar un paseo, que diseños rebeldes con colores llamativos para conquistar las calles del barrio o las avenidas de los parques.
Algo que no hay que olvidar es complementar el kit de la bici infantil con accesorios para la seguridad, como casco, rodilleras y protecciones para los codos. A veces la energía es tanta, que termina en el suelo.
Ahora que sabemos un poco más sobre bicicletas infantiles, es tiempo de estrenar e ir por aquella que comenzará a recorrer el largo camino de la vida de chicas y chicos. Quién sabe y tengamos unos futuros campeones en casa.