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Fue hace un par de días cuando Jennette McCurdy conmocionó a todos al lanzar su nuevo libro titulado I’m Glad My Mom Died, en el cual, daría a conocer todo lo que vivió cuando se encontraba bajo el resguardo de su madre, con quien sostuvo una relación “sumamente dependiente”.
Jennette, quien es conocida por aparecer en diversas series de Nickelodeon como Sam y Cat y ¡Carly, reveló en su libro que nunca quiso ser actriz, sin embargo, se había desempeñado como tal por influencia de su madre, ya que ella “simplemente quería cumplirle su sueño de niña”.
Además, en los primeros párrafos de su libo, narró que la relación que tenía con su madre era demasiado dependiente, a tal grado de que nunca se separaba de ella, a pesar de que Jennete se sentía incómoda.
En una ocasión, Jennette señaló que a sus 8 años su madre aún la seguía acompañando al baño y la limpiaba:
“Lo siento, le digo mientras hacía popo. Estoy avergonzada, ella todavía insistía en limpiarme, trataba de decirle que tenía ocho años, le decía que podía hacerlo. Pero ella lucía como si quisiera llorar, y decía que ella necesitaba hacerlo hasta los 10 años porque no quería que quedaran manchas en mis calzones”.
Posteriormente, señala como su madre “era una acaparadora” con ella, a tal grado de que ninguna de las dos tenía amigos, ya que su madre consideraba a Jennette como “su mejor amiga”, impidiéndole que se relacionara con otros niños de su al rededor.
En otras hojas, Jennette también habla del abuso y la explotación que su madre ejerció sobre ella durante toda su vida hasta los 21 años, cuando su madre murió de cáncer. Estos abusos provocaron que la rubia tuviera varios problemas como bulimia y TOC (Trastorno obsesivo-compulsivo)
