Pide la Cámara Agrícola que se brinde mantenimiento 'más a fondo' a las presas para prevenir, a futuro, algún incidente.
Las presas Lázaro Cárdenas y Francisco Zarco han visto reducida su capacidad de almacenamiento al paso de los años, derivado de la acumulación de azolve y sedimentos.
Hace 16 años, por ejemplo, la presa Lázaro Cárdenas tenía una capacidad ordinaria de 2 mil 873 millones de metros cúbicos (Mm3), según consta en datos de la hemeroteca de El Siglo de Torreón, proporcionados entonces por la propia Comisión Nacional del Agua, pero hoy el volumen al que se puede aspirar es de 2 mil 770 Mm3, de acuerdo al reporte de la Conagua, una diferencia de más de 100 Mm3.
En el caso de la Francisco Zarco, su capacidad era de 365 Mm3 en el 2006 y en la actualidad es de 309 Mm3. Esto se refiere a su Nivel de Aguas Máximo Ordinario (NAMO), que es la referencia en cuanto al volumen manejable. Esto significaría una reducción en la capacidad de las presas de 3.5 por ciento en Cárdenas y 15.3 por ciento en Zarco.
La capacidad total de Lázaro Cárdenas, "El Palmito", era de 4 mil 438 Mm3 hace 16 años, hoy es de 4 mil 278 Mm3; en Francisco Zarco, "Las Tórtolas", era de 436 Mm3 y actualmente es de 383 Mm3. Este sería el Nivel de Aguas Máximo Extraordinario (NAME).
Al haber terminado el ciclo de riego y tras el cierre de las compuertas de las presas, que presentan niveles muy bajos, del 27 por ciento en El Palmito y 28 por ciento en Las Tórtolas, la Cámara Agrícola y Ganadera de Torreón llamó a la Conagua a aprovechar el bajo nivel, que es muy preocupante, pero que también es una oportunidad para que se puedan realizar acciones de desazolve que pudieran dar más vida útil a los vasos del sistema Nazas.
Pedro Fernández López, presidente de la Cámara Agrícola, dijo que se requiere de un mantenimiento "más a fondo" para prevenir a futuro, que no exista algún incidente. Consideró que existe trabajo pendiente para la Conagua y los módulos, pues se evidenciaron fallas en la infraestructura durante el ciclo, como el socavón que se presentó en Gómez Palacio.
Señaló que sería conveniente revisar el estado de las presas, de modo que se pueda captar más agua, además de que el volumen no se pierda en los canales de riego.
POCA OBRA
En la evolución de la presa Lázaro Cárdenas, hubo varias etapas donde se hicieron diferencias en los niveles, a la alza. En 1972 se llevó a cabo la sobreelevación de la presa y se modificaron sus características para controlar el agua que sale, a fin de tener mayor seguridad en la zona conurbada de la región lagunera. La elevación de la corona de la cortina ya no es la mil 630 sobre el nivel del mar, sino la mil 635 para sobreprotección del vertedor libre y con la finalidad de contar con un tercer vaso.
A principios de los años 90 se realizó una batimetría de la presa, una medición para verificar las condiciones de azolve, con la finalidad de programar con tiempo los trabajes que permitieran continuar las operaciones en la presa. Con ello, se construyó una nueva curva de relación, elevaciones y capacidad, lo que hizo que se modificaran los datos respecto a las elevaciones y almacenamientos.
