
Entre ellas, destaca la incorporación del sistema de infoentretenimiento Apple CarPlay y Android Auto. (EL SIGLO DE TORREÓN)
La conocida premisa que dicta que, si algo está bien, no hay necesidad de cambiarlo es llevada al máximo de manera recurrente en las marcas de autos japoneses. Para muestra, el híbrido más famoso del mundo: el Toyota Prius. Ya son casi seis años desde que se presentó este modelo en nuestro mercado y, desde entonces, ha habido muy pocos cambios en su composición para su venta en México.
Desde varios ángulos, es innecesario cambiar algo que opera de manera casi perfecta para un nicho en constante crecimiento, pues en abril pasado el 36% de las ventas totales de Toyota en México fue producto de vehículos híbridos (RAV4, Camry, Prius C y Prius). No obstante, conscientes de la feroz competencia en el mercado, Toyota ha dotado al Prius de unas actualizaciones que lo mantienen vigente y atractivo para aquellos que no se han encantado por las virtudes de este modelo.
Entre ellas, destaca la incorporación del sistema de infoentretenimiento Apple CarPlay y Android Auto. Estas interfaces son desplegadas en la pantalla central, la cual no sufre ningún cambio en dimensiones o materiales. Al mismo tiempo, Toyota eleva la calidad de los interiores con la presencia de vestiduras en piel, la cual hace que este modelo luzca ligeramente más elegante que aquellas versiones que cuentan con vestiduras en tela.
Para conocer estos sutiles, pero favorables cambios, Toyota nos facilitó una unidad del Prius para llevarlo de la Ciudad de México hacia la Costa Esmeralda en el estado de Veracruz. En esta ruta habríamos de recordar las virtudes de ahorro y eficiencia del híbrido mejor vendido en todo el mundo. Sin embargo, mis intenciones frente a este modelo fueron las opuestas a las encomendadas por la marca, pues me esforcé en gastarme el tanque de gasolina lo más pronto posible.
Para quienes no conozcan a detalle este modelo, es preciso señalar que cuenta con tres modos de manejo: normal, eco pro y sport; además de una función donde se puede hacer uso exclusivo de la batería eléctrica por breves lapsos. Para llevar a cabo mi plan, todo el viaje el Prius estuvo configurado bajo la modalidad Sport, la cual mejora la respuesta de aceleración y hace uso de la batería para empujar de mejor manera el auto. Sin embargo, sería equivocado decir que se trata de un comportamiento verdaderamente deportivo.
A pesar de que los consumos bajo esta modalidad son mayores que en las otras configuraciones, es sumamente difícil registrar un promedio de consumo menor que los 19 kilómetros por cada litro consumido. No obstante de mi frustración temporal, sería ideal que todos los autos tuvieran este mismo "problema", pues en mi ruta de más de 700 kilómetros, solo fue necesario hacer uso de un tanque y medio de combustible para hacer el viaje redondo.
Si bien la capacidad de ahorro y eficiencia no fue sorprendente en mi experiencia, lo bien que se maneja el Prius a altas velocidades sí lo fue. Vale la pena aclarar que no es un auto que llega con facilidad a registros superiores a los 140 kilómetros por hora. Sin embargo, una vez establecidos en este promedio de velocidad, lo bien plantado que se siente en curvas, cambios de superficie y movimientos propios de carretera es sumamente agradable. Es probable que el Prius no encuentre en la exigencia del motor su escenario más cómodo. Sin embargo, si se le solicita potencia y es requerido viajar rápidamente, lo puede hacer.
Gracias a la actualización en su equipamiento, el Toyota Prius se refuerza como el híbrido referente de un mercado que cada vez toma más en consideración estas motorizaciones como una opción de compra. Además, en un mercado en el que el precio de los autos va en constante aumento, es agradable encontrar que el Prius se ubique por debajo del rango del medio millón de pesos, pues la versión de entrada tiene un costo de 433 mil 300 pesos, mientras que la opción tope de gama cuesta 491 mil 900 pesos.