
La tala clandestina en Durango se ha elevado en estos 12 meses de pandemia.
La tala clandestina en la sierra de Durango se encuentra a los niveles de los años 90 en la entidad, la pandemia provocó que la Profepa solo tenga cuatro inspectores para vigilar todo el estado.
Raúl Barraza Armstrong, dirigente de los productores forestales, señaló que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) por la pandemia del Covid mandó a casa a todos sus inspectores y solo tienen a cuatro para el trabajo de campo, imposible hacer vigilancia en todo el territorio estatal.
Esto ha provocado que en estos 12 meses el saqueo clandestino de madera se haya elevado a niveles que no se veía desde finales del siglo pasado en la entidad.
"Disminuyó la vigilancia y dio pie abierto para que se disparara la clandestinidad y si antes teníamos focos rojos en Guanaceví o en algún municipio, hoy la tala clandestina está generalizada en toda la sierra", aseveró el ejidatario forestal.
Barraza Armstrong dijo que ellos como ejidatarios y dueños del bosque saben quiénes están provocando esta tala clandestina, pero lo mejor es quedarse callados.
- ¿Se trata de grupos delictivos? - se le preguntó.
La respuesta del productor forestal fue clara y tajante, afirmó con la cabeza y dijo "definitivamente".
Para José Luis Reyes, titular de la Profepa en Durango, las declaraciones de Barraza Armstrong están fuera de la realidad, dijo que de entrada no son cuatro los inspectores sino 10 los que tiene Profepa en campo, entre el área de recursos naturales e inspección industrial.
Dijo que no se puede hablar de una tala clandestina generalizada en todo el estado porque entonces todos los dueños del bosque estarían involucrados, reiteró que existen zonas como focos rojos, pero no es generalizada.
Dijo que no puede hablar de niveles elevados de extracción de madera clandestina sobre todo porque Durango, aseveró, tiene mejores niveles que la media nacional en México y esa media nacional habla de un 30 por ciento de la extracción autorizada que pudiera ser de madera clandestina.
"En Durango estamos en mejores niveles, por abajo de ese 30 por ciento", dijo.
En la entidad duranguense se autorizan tres millones de metros cúbicos de extracción de madera en rollo anualmente, aunque solo se aprovechan 2.5 millones anualmente.
Sin embargo, el encargado de la Profepa en Durango reconoció que el año pasado solo se decomisaron 250 metros cúbicos de madera, de octubre a diciembre, porque de marzo a septiembre porque esos meses paró de golpe -dijo- todas las actividades incluso la forestal.