Se trata de un documento que ha quedado obsoleto para las circunstancias actuales. (ARCHIVO)
El Reglamento del acuífero Principal se publicó hace 30 años y define sus polígonos con base en postes y cerros, sin criterios hidrológicos, tampoco toma en cuenta profundidades de los pozos de extracción de agua ni diámetros, por lo que se trata de un documento que ha quedado obsoleto para las circunstancias actuales.
Ricardo Peláez, coordinador de la Red de Innovación de Agua y Recursos Naturales, advirtió la urgencia de actualizar el reglamento y diseñar "nuevas reglas del juego" en lo correspondiente al acuífero Principal, e incluso otros de la región como el de Ciudad Juárez, Vicente Suárez y Nazas (en las inmediaciones de la presa Francisco Zarco, así como el Oriente Aguanaval).
"Ya pasaron 30 años y las condiciones son diferentes, las grandes organizaciones siempre renuevan sus manuales, es momento de que el acuífero pudiera hacer lo mismo", comentó.
"Entre las modificaciones que se requieren está la definición del área, el polígono, pues en su momento se hizo con base en mojoneras representativas como la punta de un cerro, la torre de una iglesia... pero se debe redefinir con criterios hidrológicos". Otro punto sería revisar acuíferos circunvecinos que son importantes a incorporar. La profundidad de los pozos sería un aspecto fundamental, pues el reglamento contempla distancia lineal de un kilómetro, pero no diámetros ni profundidades.
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Su presencia se daría en el marco del proyecto de Agua SaludableConsideró que este ejercicio se tendría que hacer en forma grupal, tomando en cuenta las aportaciones de los diferentes sectores involucrados, autoridades y la sociedad civil organizada.
La Red forma parte de las Redes de Innovación Cooperativa del estado de Coahuila, programa impulsado por el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología (Coecyt), mismas que se pronunciaron a favor del proyecto de Agua Saludable para La Laguna, al considerarlo viable y que podrá resolver uno de los problemas de salud que más afectan a los pobladores de la región.
Entre las propuestas de la Red está la vigilancia a los grandes aprovechamientos mediante la tecnología de vanguardia como la implementada por los organismos operadores de Torreón y Gómez Palacio, un sistema de telemetría que permita cuantificar las extracciones reales con base en los volúmenes concesionados.
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En este sentido, Peláez explicó que la Ley de Aguas contempla contar con dispositivos de medición, pero no especifica de cuáles; consideró que se debe implementar un programa piloto para grandes aprovechamientos y, sobre todo, trabajar en la Ley.
La Red presentó a Conagua un plan B para el proyecto federal que permite ahorros, sustentabilidad y evita el conflicto de afectación al Cañón de Fernández. Se propone mover el punto de selección de la nueva derivadora 7 kilómetros aguas abajo hacia la represa derivadora de La Goma, con lo que se ahorrarían cerca de 300 millones por concepto de esta infraestructura, pues implicaría cancelar 6.5 kilómetros de trabajos de excavación y líneas de conducción, lo que representaría ahorros al proyecto, además de evitar las afectaciones al área natural protegida.
