
La docencia: una de las profesiones que más sufren bullying
Lamentablemente, muchos maestros han sufrido de acoso escolar en algún punto de sus carreras. Entre un 24% a un 46% de los maestros ha sido intimidado y acosado. Además, un 89% de los maestros han visto hostigamiento por parte del personal de la escuela.
El tipo más común de bullying (del 67 % al 75%) es el “Top-down”, aquél que se ejerce desde las personas con mejor posición, desde los altos cargos administrativos, hacia los de más baja posición.
Las señales que deben ser detectadas para saber si alguien está siendo intimidado, pueden ser categorizadas en cuatro tipos de bullying:
- Acoso psicológico: aquél que ataca psicológicamente por medio de la exclusión, palabras hirientes, ignorar a la otra persona, o utilizar técnicas pasivo-agresivas.
- Acoso verbal: es el que se lleva a cabo a través de esparcir rumores, insultar, acusaciones falsas, e intercambio de información confidencial.
- Intimidación física: empujar, golpear, hacer a otro tropezar, entre otros tipos de acoso físico.
- Cyberbullying: difamación en línea.
Muchos “bullies” son personas que están bajo estrés, agotados, son inseguros, no cuentan con capacitación, no atienden sus enfermedades mentales, son o han sido ellos mismos víctimas de intimidación y acoso, o están frustrados con sus vidas. Para ellos, el acosar a otros es una distracción de sus propios problemas.
Sin embargo, este no es el único motivo, también están aquellos que son motivados por el poder.
Esta clase de bullies pueden ser narcisistas, personas muy competitivas que buscan avanzar a costa de sus compañeros, personas moralmente desconectadas o que simplemente están acostumbradas a actuar de esa forma.
La intimidación y el acoso pueden resultar en un bajo desempeño laboral e insatisfacción, así como problemas más graves como la ansiedad, depresión, tensión y dolor de cabeza, pensamientos suicidas, entre otros.