En el IMSS, el manejo integral se realiza mediante consejería con intervenciones grupales o terapia individual.
Como consecuencia de la pandemia por COVID-19, se incrementó la demanda de atención a la salud mental de la derechohabiencia del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Hay personas que presentan cuadros de ansiedad o depresión que se manifiestan con sentimientos de miedo, preocupación, tristeza y estrés extremos ante el prolongado aislamiento en casa, por lo que son atendidos por especialistas en Medicina Familiar.
El coordinador de programas médicos de la División de Medicina Familiar, Alejandro Alarcón López, aseguró que en el primer nivel de atención, el médico familiar está capacitado para identificar, clasificar e iniciar el tratamiento de dichos padecimientos y agregó que de ser necesario, se canaliza a los pacientes para su manejo con especialistas en Psiquiatría y Psicología.
Destacó que por la emergencia sanitaria de COVID-19 aumentaron los casos de derechohabientes que demandan atención a su salud mental, ya que ante una situación inesperada como la pandemia se presentan afectaciones en los aspectos familiar, laboral, social, personal y de salud.
Dijo que el IMSS habilitó la Orientación Médica Telefónica en Salud Mental a través del número 800-2222-668, opción 4, donde psicólogos y psiquiatras brindan atención y consejos por cualquier afectación de salud mental.
Añadió que este servicio está disponible de lunes a viernes de 8:00 a 20:00 horas para aquellas personas que sienten miedo, ansiedad, tristeza, desesperación o ganas de hacerse daño. También se pueden comunicar familiares o personas cercanas para recibir
"En la realidad pandémica por COVID-19, todos estamos expuestos a desarrollar algún trastorno debido a la frecuente presencia de pérdidas y situaciones inéditas", precisó Alarcón López.
Subrayó que la atención a la salud mental es integral, ya que ante cualquier cambio los síntomas como miedo, ansiedad o preocupación son reacciones naturales, más intensas en algunas personas debido a que sus mecanismos de defensa y adaptación no son suficientes; o la presencia de otros padecimientos que pueden generar ansiedad o depresión, enfermedades que como tal deben ser manejadas.
