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JORGE MARIO GALVÁN ZERMEÑO.-

El brindis de hoy es para mi querido amigo el Sr. Juez de Plaza José Luis Orozco por su cumpleaños el día de mañana, esta columna va por ti, brindo por tu amistad y cariño de más de 45 años ¡que sea de puerta grande!

En este día se cumplen 74 años de la trágica tarde de Linares, la fecha más recordada en la historia del toreo moderno,

Manuel Rodríguez “Manolete” sufría una grave cornada en el triángulo de Escarpa, decía mi querido y recordado Maestro de

anatomía Don Jorge Siller, el triángulo de los toreros, al tirarse a matar a “Islero” de la temible ganadería de Miura, muriendo en la madrugada del día siguiente 29 de agosto, iniciando de esta forma la leyenda, desde ese mismo día, año tras año las páginas de los diarios recuerdan la tragedia, aderezándola con relatos de testigos, unos creíbles y otros cuestionables.

Tal vez a usted le ha sucedido vivir la ilusión de haber estado o estar frente algún personaje admirado, después de haber escuchado en alguna ocasión, gracias a lo que considero un tesoro, la voz de Manolete en una entrevista radiofónica y unas imágenes de la hemeroteca de la UNAM ha sido recurrente un sueño en el que estoy a punto de conversar con

el y un toro negro y astifino irrumpe y lo impide, de igual forma guardo la ilusión de conversar con Sabina y Serrat, de haberlo hecho Chavela y José Alfredo, con Lara, García Márquez, Lorca y Miguel Hernández, pero lo de Manolete… cosas que me ligan con él, como su alternativa en fecha coincidente con la de mi cumpleaños o la de su nacimiento con el de mi madre, conversar

con el Monstruo hubiera sido un privilegio, saber por múltiples lecturas detalles compartidos por allegados de su vida me da

la sensación de haberlo conocido, toreo tenía que ser, su madre Doña Angustias Sánchez, casó en primeras nupcias con “Lagartijo Chico”, enviuda y contrae matrimonio con Manuel Rodríguez “Manolete”, matrimonio del que nace el Monstruo, el padre fue un toreo que sin ser una figura tuvo muy buenas tardes, y se recuerda de el un detalle en especial, el uso de gafas debido

a una notoria miopía, muere cuando el cordobés era aun muy pequeño, ya antes de iniciarse como becerrista en una cuadrilla de toreros cómicos, al Maestro no le gustaba su nombre de batalla, hubiese querido lo llamaran Manuel Rodríguez “El Califa” en su sueño por ser el cuarto de ellos, y acabo siendo el primero, amaba vivir en nuestro país, existen fotografías en las que se le ve feliz junto a su pareja Lupe Sino, se dice que a su pensado retiro en la temporada fatal tenía pensado alternar su residencia entre nuestro país y España pues allá era ya muy exigido, a pesar de sus pocos años de alternativa se colocó como la primera figura a la que se le criticaban muchas cosas, unas de las que no era para nada culpable, como el tamaño del ganado que lidiaba o el uso de una ayuda simulada de madera después de una lesión en la muñeca que le impedía lidiar con el estoque de acuerdo a la ortodoxia, esto y muchas cosas más lo hacían pensar en un prematuro retiro, mientras en nuestro país se le idolatraba, allá se le cuestionaba, de ahí pensar en radicar en estas tierras en donde todo se le aceptaba.

Se ha escrito de todo sobre el trágico día, la habitación que ocupo en el hotel se conserva intacta, igual el cuarto de hospital, ambos sitios han pasado a ser lugar de visita obligada en Linares, como lo es la celebración de una corrida remembrando la fecha y de la que se marcan hechos poco agradables entre los que han participado en ella, en la ciudad y en el lobby del hotel se habla del hecho como si acabará de suceder, se cuenta con lujo de detalles la hora de su llegada al hotel, de que el venía manejando el Buick verde de su propiedad, de su visita inmediata a la habitación de su alternante Luis Miguel Dominguín, de haber pedido a su representante cambiara el lote a lidiar pidiendo los toros más grandes del encierro, de las transfusiones entre

ellas de una bolsa caducada, del temor de amputarle y de ahí la expresión de una madre dolida “el día que mataron a mi hijo” y

su petición de que sus restos reposaran junto a ella, su petición fue concedida, en noviembre 10 de 1980 Doña Angustias Sánchez fallecía en la hermosa Córdoba mora, dos días después la lápida del Monstruo con la bella escultura del

maestro en su lecho de muerte era retirada, sus restos reducidos a cenizas fueron reunidos para ser colocados a los pies de

su madre como fuera su voluntad, 74 años después Manolete sigue vivo.

LA ANÉCDOTA

En la trágica fecha hay varias anécdotas, una de ellas es la presencia en los tendidos de María Félix esa tarde, la Doña narraba

con pasión tanto por el hecho como por su gran afición lo vivido.

Otra más son las oportunas fotografías de Canito, decano de la fotografía taurina en España y fallecido hace apenas hace dos

años quien documentó el triste suceso al ser el único fotógrafo presente al considerar por muchos el festejo como intrascendente.

El nombre del toro “Islero” que causara la cornada mortal a Manolete pasó a la inmortalidad en la historia taurina, sin embargo, la cabeza de la madre de este se exhibe en el museo de la Real Maestranza de Sevilla, al igual que la del toro de su alternativa “Mirador” de Clemente Tassara, la que esta colocada a la altura de los ojos para que quien la observe la vea igual que la vio el cuarto Califa.

LAS EFEMÉRIDES

El día de hoy es ineludible mencionar la fecha trágica, como es imperdonable el no mencionar que el maestro Eloy Cavazos celebra 55 años de alternativa, la cual le fue otorgada por el leonés Antonio Velázquez y llevando como testigo al Maestro Manolo

Martínez.

¡Hasta la próxima!

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