Adib fue designado el 31 de agosto con el propósito de formar gabinete en dos semanas. (EFE)
Mustafa Adib anunció su decisión de renunciar a formar Gobierno en el Líbano menos de un mes después de ser designado primer ministro, en medio de una profunda crisis económica y la resaca de la explosión en Beirut que el 4 de agosto costó la vida a casi 200 personas.
Después de seis rondas de consultas con el presidente libanés, Michel Aoun, para formar un Ejecutivo de "misión" y de sucesivos contactos con los diferentes bloques políticos sectarios para lograr su visto bueno y cerrar el gabinete, Adib tiró la toalla.
"A medida que los esfuerzos para formar Gobierno llegaban a sus últimas etapas se me hizo evidente que el consenso sobre el que acepté está misión nacional en esta difícil circunstancia de la historia del Líbano ya no existe", dijo Adib en un mensaje televisado, tras presentar su renuncia.
FRACASO DE LA ÚLTIMA OPORTUNIDAD
Adib fue designado el 31 de agosto con el propósito de formar gabinete en dos semanas, en medio de una iniciativa del presidente francés, Emmanuel Macron, para tratar de comenzar el proceso de reformas que reclaman los libaneses en las calles desde octubre del año pasado.
El hartazgo creció a nuevos niveles tras la tragedia del 4 de agosto, hasta provocar la caída del Gobierno de Hasan Diab días antes del nombramiento de Adib, que hasta entonces había desempeñado el cargo de embajador en Alemania.
Macron, quien ha visitado en las últimas semanas en dos ocasiones Beirut, subrayó la necesidad de que el Líbano comenzara a hacer reformas inmediatamente e, incluso, convocó una ronda de donantes internacionales para ayudar al país, que atraviesa su peor crisis económica desde el final de la guerra en 1990.
Adib recordó que entonces los principales partidos en el Parlamento habían acordado los objetivos concretos de ese Gobierno y se comprometieron con el presidente francés a llevarlo adelante.
Finalmente no ha sido así y Adib no ha logrado tener éxito.