El obispo de Torreón, Luis Martín Barraza Beltrán, invitó a los fieles a quedarse en casa. (FERNANDO COMPEÁN)
En el marco de la celebración de la Santa Misa del Domingo de Resurrección, el obispo de Torreón, Luis Martín Barraza Beltrán, llamó a los fieles a actuar y pensar ante el cuidado del prójimo como de uno mismo, esto adentrado a las acciones de prevención que las autoridades han señalado debido a la pandemia por COVID-19 que se vive actualmente. Exhortó a los fieles a que en este tiempo guíen su camino en la esperanza por la resurrección y por una nueva forma de vida, representada en el regreso de Cristo de entre los muertos.
"Está en todos nosotros el unirnos en este homenaje de la fe, entrar a la esperanza que tiene esta prueba de la resurrección del señor con nuestra caridad, con solidaridad, del que todos estamos necesitando de ser animados en esperanza, no solo la de esperar la de otros, sino ofrecerla", resaltó.
Ante la prueba por la contingencia de salud que se vive, Monseñor felicitó a quienes han respetado el llamado de las autoridades de permanecer en casa. A quienes aún no lo hacen, llamó a poner de su parte.
"Invitarlos a quedarse en casa, vamos a entrar a la semana de Pascua, siendo esto el centro de lo que hemos celebrado en estos días, por lo que los llamo a entrar a orar y meditar a través de la palabra de Dios, todo ello en la vida en familia, desde casa, teniendo presente que esta semana se puede resumir en la revelación de Cristo en uno, quien dio la vida por nosotros, resucitó tras haber sido crucificado", enfatizó.
De igual manera, Barraza manifestó que esta celebración de la resurrección y lo que previamente llevó a cabo Jesús, se recoge en la revelación del amor de Dios, lo cual se tiene que traducir en gestos fundamentales, como el amor al otro y a uno mismo.
"En este acto está presente el amor al prójimo como a sí mismo, en donde en todas las medidas de prevención que se han señalado ante esta pandemia de salud está en juego el amor al prójimo y a nosotros mismos, esto a través de la sana distancia, lavarse las manos, el uso de cubrebocas, quedarse en casa, no es más que cariños, que tanto autoridades eclesiásticas como civiles señalan, en donde se está diciendo: cuídense, valen mucho para nosotros, y así tomarlo en ese sentido positivo, pensando en que cada uno de nosotros somos importantes para esta sociedad y hay que cuidarnos para así cuidar a nuestros semejantes", declaró.
Además, previo a la misa se realizó el Santo Rosario, acto que, refirió el obispo de Torreón, se unió a la oración convocada por parte de las conferencias episcopales de América y México para unir la fe de toda América Latina y el Caribe hacia la Virgen de Guadalupe. El obispo recalcó que la Virgen ha sido el signo de la fuerza de resurrección para nuestros pueblos y sobre todo para México, donde ha manifestado en los creyentes que es un símbolo de identidad, esperanza, rescate y consolación.
Barraza Beltrán hizo referencia a la frase de la Emperatriz de América: "No estoy yo aquí que soy tu madre", mediante la cual se lanza esta petición para que ella interceda y que nos haga sentir la esperanza que significan sus palabras y pedirle por la salud del mundo y el fin de la pandemia del COVID-19.
