La advertencia se repitió durante meses en encuestas y medios de comunicación: las mujeres blancas de Estados Unidos abandonarían a Donald Trump y precipitarían su derrota. Pero al final, la mayoría de ellas aparcaron sus dudas y votaron por el presidente saliente, según datos preliminares. "Mujeres de los suburbios, por favor, ¿pueden quererme?", suplicó Trump durante un mitin a mediados de octubre en Pensilvania, un estado clave donde algunas encuestas mostraban cómo su respaldo caía en picado entre ese grupo crucial para su reelección. Aunque todavía no está claro si muchas de esas residentes de los suburbios urbanos le dieron finalmente la espalda a Trump, las encuestas a pie de urna muestran esta tendencia.