HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO.
Había hojas de higuera, claro.
Y de parra, naturalmente.
Pero había también hojas de encino.
De roble.
De haya.
De abedul.
De sicomoro.
De álamo.
Había incluso hojas de jacaranda.
De baobab.
De ombú.
Había hojas de mil árboles.
Y aun así dijo Eva:
-No tengo nada qué ponerme.
¡Hasta mañana!...