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LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

A TONO POR ANTONOMASIA

JUAN RECAREDO

Elegir un nombre para ponerle al bebé no es nada fácil. Hay nombres que se ponen de moda y de repente, en una sola generación de chamacos, hay cinco Marcelos y siete Reginas. Luego surgen otros nombres un poco más extravagantes, como Iker, que es un nombre de origen vasco, o Neferet (para las niñas) que es de origen egipcio y significa "hermosa"… ¡Pues qué bonita la Neferita! Pero bueno, cada quién escoge el nombre con el que quiera condenar… digo, "bautizar" a su vástago, a su precioso retoño… o como dicen mucho ahora, a su "bendición".

Otros nombres, de plano, son tomados de cosas comunes y corrientes, pero no dejan de ser bonitos. Por ejemplo: Ángeles, Paloma, Margarita, Gloria, Esperanza, Pedro, Benjamín, Remedios y tantos más. Victoria es otro nombre de ese estilo, porque tanto es un nombre propio como también se refiere a un triunfo. Por algo dicen que no es lo mismo: "¡no cantes victoria!", frase con la que nos advierten que no debemos celebrar un triunfo antes de tiempo, que: "¡no cantes, Victoria!" que se refiere a la pobre de mi amiga Vicky que canta horroroso y que es considerada "el terror de las fiestas con karaoke".

La figura de nuestro lenguaje que convierte a un nombre común (como la luz con la que vemos) en un nombre propio (como mi amiga que se llama Luz) se llama antonomasia y funciona también al revés: cambiar el nombre propio a común, como cuando los mexicanos nos referimos al golfo de México, no es raro que le nombremos el Golfo, así nada más.

Por antonomasia convertimos muchas voces de nuestro lenguaje en nombres generalizados. Si digo que mi tío Juan "le entra muy duro a la bebida", nadie pregunta: ¿a cuál bebida? ¿Al agua de jamaica? ¡No! Por supuesto que me refiero a la bebida alcohólica, en cualquiera de sus formas: cerveza, tequila, ron, tepache… la cosa es ponerse bien "cuete" y basta con que yo diga "bebida" para que se entienda que es con alcohol. Por cierto, le mencioné el "agua de jamaica" y resulta que también es un nombre formado por antonomasia, porque en realidad es un agua que obtiene su sabor de la flor de Jamaica, una hierba de flores rojizas. La cosa es que la flor de Jamaica originalmente no es del país del Caribe que lleva este nombre, sino del continente africano, o sea que es de allá por Egipto, Sudán y esas tierras lejanas.

De la antonomasia también nacen los apodos: si digo "el Che" piensan en Ernesto Guevara; si digo "el dúo dinámico" piensan en Batman y Robin; si digo "chicharito" piensan en Javier Hernández y si digo "el divo de Juárez" nadie duda que se trate de Juan Gabriel.

Esta es la antonomasia…

Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios.

[email protected] Twitter: @donjuanrecaredo.

ME PREGUNTA: Lilia Chapa: ¿Antonomasia no es un personaje de El Quijote?

LE RESPONDO: Así es. Según recuerdo (no muy bien), Antonomasia es la heredera del reino de Candaya y se casa con Clavijo, pero su mamá (la de Antonomasia) no le cae nada en gracia el "chistecito" de la boda y se muere del coraje.

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA: Dijo Gabriela Mistral: "Te llamas Rosa y yo Esperanza, pero tu nombre olvidarás, porque seremos una danza en la colina y nada más..."

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