
El Casino de La Laguna es uno de los edificios en Torreón que aún se mantienen en pie desde los tiempos de la Revolución Mexicana.
Cuando se habla de la Revolución Mexicana, al imaginario aterrizan retratos de hombres con carrilleras, rifles y sombreros. Se piensa en referentes como Francisco I. Madero, Francisco Villa, Venustiano Carranza o Emiliano Zapata e inmediatamente el inconsciente comienza a tararear corridos incrustados en los muros de la infancia.
En La Laguna, es conocido que la región fue parte importante en el conflicto armado, pues era el nudo ferroviario del noreste debido a su estratégica posición geográfica. En Torreón, aún se mantienen en pie algunos edificios de esa época, como el Casino de La Laguna y su singular cicatriz provocada por un cañonazo villista en la parte alta de su fachada.
Pero rara vez se piensa en el papel que las mujeres y los jóvenes laguneros tuvieron en este suceso histórico. Este hueco en la narrativa revolucionaria es uno de los intereses que ha tenido el historiador Jesús Sotomayor durante sus investigaciones. Es por eso que a continuación, el también magistrado comparte a los lectores de El Siglo de Torreón un par de historias revolucionarias que son poco conocidas
CORONELA SAMPETRINA
Una de las localidades clave en la Revolución Mexicana fue San Pedro de las Colonias, Coahuila. En ese sitio, Francisco I. Madero escribió el libro de La sucesión presidencial en 1909, en el edificio que ahora alberga a la Casa de la Cultura frente a la plaza principal.
Otro suceso que destaca Sotomayor es que después de la Toma de Torreón de 1914, las tropas villistas se aproximaron a San Pedro, pues el lugar estaba ocupado por un grupo muy importante de militares federales. Finalmente, los villistas obtuvieron el triunfo. Pero lo que más interesa a Jesús Sotomayor es una mujer que participó en la Toma de San Pedro y que fue capaz de dirigir las tropas de Francisco Villa en la región lagunera y en otros sitios del país, como Paredón o Zacatecas.
Era el 19 de junio de 1887, Petra Herrera vislumbró su primer rayo de sol lagunero en San Pedro de las Colonias. Antes de cumplir los 25 años de edad, en plena efervescencia de la Revolución, una inquietud de lucha se apoderó de su ser y decidió unirse a las filas de Francisco Villa.
Sin embargo, Petra se encontró con obstáculos debido a su condición femenina, por lo que decidió vestirse de hombre y registrarse en las tropas villistas con el nombre de Pedro Herrera. Así, nacía un caudillo que sería clave en la Toma de Torreón de 1914.
"Ella apagó las luces de la Compañía de Luz, que en ese entonces estaba en la Múzquiz, en la entrada a Torreón, y después de eso también participó en la Toma de Zacatecas".
Sotomayor asegura que, para disimular sus senos, Petra utilizaba unas capucheras y por las mañanas simulaba rasurarse el rostro (ya se había cortado las trenzas). Disfrazada como Pedro Herrera, la sampetrina dio mucho de qué hablar en las tropas villistas, donde destacó por su valentía y además tuvo a su cargo un grupo de mujeres que atacaban las poblaciones que ordenaba Francisco Villa.
Aunque no hay muchos datos sobre Petra Herrera, se sabe que en una de las batallas fue herida en una pierna, pero se recuperó y logró salvar la extremidad. También que en su campamento no estaba permitido el paso de los varones por las noches y que se le disparaba a aquel que se atreviera a pasar sin previo aviso.
La audacia de Petra como Pedro Herrera le valió ser elevada al grado de coronel y hay testigo impreso de sus hazañas, pues el diario The Mexican Herald llegó a redactar notas sobre ella.
Los datos intermitentes sobre los últimos años de su vida arrojan que Petra Herrera llegó a ser informante de Venustiano Carranza, por lo cual trabajó de mesera en Ciudad Juárez, Chihuahua. Según Sotomayor, el historiador Manuel Cavazos Dávila llegó a descubrir que Petra falleció en 1918 debido a la epidemia de influenza que afectó a La Laguna.
LOS CADETES DE LA CENTENARIO
Otra de las historias relevantes que Jesús Sotomayor ha estudiado es la de los cadetes de la Escuela Oficial del Centenario, donde actualmente es la avenida Allende, alumnos de sexto año que en 1912 acompañaron al profesor Federico Chapoy para atacar a Pascual Orozco, quien se había rebelado contra Madero.
La Escuela Oficial del Centenario fue inaugurada en septiembre de 1910 con motivo de los cien años del inicio de la Independencia. Los registros arrojan que fue en enero de 1911 cuando la institución educativa entró en funciones. Para el mes de abril de ese mismo año, la escuela ya era asediada por soldados federales.
Cuando Orozco se rebeló contra las tropas maderistas, se empezaron a formar grupos de voluntarios en Torreón y Chapoy se incorporó al cuerpo de voluntarios ferrocarrileros bajo las órdenes de Eugenio Aguirre Benavides, siendo seguido por sus discípulos.
"Fueron 30 alumnos de sexto año que ya eran adolescentes (…) Ellos participaron precisamente en unas batallas aquí en Estación Conejos y en varias partes de Durango y de Chihuahua", detalló Sotomayor.
El grupo estaba conformado por los alumnos Benito Castañeda y Dijan R. Gaytán a la cabeza, además de Samuel Córdoba, Alberto Alcalá, Daniel R. García y Cipriano Bautista, entre otros. Lamentablemente, en la batalla de Estación Conejos fallecieron dos de ellos y cinco más resultaron heridos.
"Al saber Francisco I. Madero de la intervención de estos niños adolescentes dentro del conflicto revolucionario, cuando les pidió que se regresaran para que terminaran su primaria, se vinieron a Torreón y los recibieron con todos los honores en la estación del ferrocarril, y luego le mandó un diploma a cada uno más mil pesos de recompensa por su intervención en la Revolución".
Cuando Madero fue asesinado tras la Decena Trágica, algunos cadetes de la Escuela Oficial del Centenario se volvieron a incorporar a la causa revolucionaria dentro de la tropa de Maclovio Herrera y Calixto Contreras.
"Tenemos registro de que varios de ellos continuaron en la Revolución, como el teniente en retiro don Daniel R. García (…) Es un hecho que desconocemos mucho aquí en la región".
Por último, Sotomayor recalcó que muchas de las personas que radicaban en Torreón en la década de 1910, decidieron participar en el conflicto armado y que el único dato verídico que se tiene sobre un grupo de adolescentes que se hayan unido a la causa, es precisamente el de los cadetes de la Escuela Oficial del Centenario.
PERSECUCIÓN
Otro dato importante que recalca el historiador Jesús Sotomayor es que fue en Gómez Palacio donde inició el movimiento revolucionario justo el 20 de noviembre de 1910 a las seis de la tarde, en la ahora Zona Metropolitana de La Laguna, pues las tropas federales tenían vigilaban con recelo las actividades de los principales caudillos de Torreón.
"Los estaban deteniendo, era una persecución que se tenía con las autoridades municipales, estatales y federales tremenda sobre la gente de Torreón. Por ese dato, por ese motivo, solamente el grupo de Gómez Palacio, al mando de Jesús Agustín Castro, se sublevaron, tomaron la comandancia y se dio el foco de la Revolución".
AÑO
en que nació Petra Herrera en el municipio de San Pedro de las Colonias.
FUE EL AÑO
en que se inauguró la Escuela Oficial del Centenario en Torreón.
La 'generala'
Importante revolucionaria.
* Petra Herrera nació el 19 de junio de 1887 en San Pedro.
* Para unirse a las filas de Francisco Villa se tuvo que vestir de hombre y registrarse con el nombre de Pedro Herrera.
* Estuvo a cargo de un grupo de mujeres que atacaban las poblaciones que ordenaba Villa.
*Se dice que en su campamento no estaba permitido el paso de los varones por las noches y se le disparaba a quien pasara sin previo aviso.
* En sus últimos años de vida, Petra llegó a ser informante de Venustiano Carranza.