Estados Unidos expulsará a 21 jóvenes saudíes tras la investigación en torno al tiroteo por un alumno saudí en una base naval en Florida. Así lo anunció el secretario de Justicia William Barr. (EFE)
El fiscal general estadounidense, William Barr, anunció este lunes que Riad retiró de Estados Unidos a los 21 cadetes saudíes del programa de formación en la base militar de Pensacola, en Florida, que eran compañeros de Mohamed Al Shamrani, que en diciembre acabó con la vida de tres marineros estadounidenses.
El secretario de Justicia aseguró en una rueda de prensa que en el transcurso de la investigación se descubrió que 17 de los 21 cadetes saudíes que estaban estudiando en Pensacola junto a Al Shamrani presuntamente compartieron contenido de carácter yihadista en redes sociales, y que 15 poseían también pornografía infantil.
Sin embargo, Barr especificó que Estados Unidos no aplicará sanciones contra ninguno ni los expulsará de su territorio, aunque Arabia Saudí no los considera dignos de este programa de formación por lo que ha ordenado su retirada.
"El reino de Arabia Saudí ha determinado que este material demuestra una conducta impropia de un oficial de la Fuerza Aérea Saudí y de la Armada Real y que los 21 cadetes serán desmatriculados de su carrera de entrenamiento en Estados Unidos", precisó Barr.
Además, calificó como "un acto terrorista" el ataque de Al Shamrani: "Este fue un acto terrorista motivado por ideología yihadista. Durante el transcurso de la investigación descubrimos que el autor de los disparos publicó un mensaje el 11 de septiembre de este año diciendo: la cuenta atrás ha empezado".
Sostuvo que Al Shamrani publicó mensajes contra Estados Unidos e Israel, así como algunos de carácter yihadista, en sus redes sociales hasta dos horas antes de llevar a cabo el ataque.
El fiscal quiso remarcar que Arabia Saudí ha colaborado "al completo en la investigación".
El 6 de diciembre de 2019 Al Shamrani, teniente de Ejército del aire saudí, irrumpió en la Estación Aeronaval de Pensacola (Florida), en la que estudiaba, y acabó con la vida de los marineros estadounidenses Joshua Kaleb Watson, de 23 años, Mohamed Sameh Haizam, de 19, y Cameron Scott Walters, de 21; antes de ser abatido por las fuerzas de seguridad.
Como respuesta, el Pentágono suspendió ese mismo mes de forma indefinida la convocatoria de nuevas prácticas de entrenamiento militar a los cerca de 900 estudiantes saudíes repartidos por bases estadounidenses, quienes seguirán recibiendo formación teórica.