
Patricia Corro es directora de una empresa metalmecánica, además de convertirse en la primera mujer en presidir la Canacintra en la ciudad de Gómez Palacio. (FABIOLA P. CANEDO)
A Patricia Corro su padre le cuestionó que estudiara una carrera profesional, pues le decía que como mujer solamente tenía que casarse y su marido la mantendría. Hoy es directora de una empresa metalmecánica y la primera mujer que preside la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en Gómez Palacio.
"Las mujeres tenemos muchos retos que vencer y el primero es con nosotras mismas. Nos ponemos estándares muy altos, llevamos un mayor análisis en nuestras decisiones y las retrasamos", comenta. "A veces damos por hecho que el hombre lleva el sustento, cuando tenemos muchas emprendedoras que no se dan cuenta de que la carga fuerte, económica, la tienen ellas. Ellas son las líderes en su casa y no toman conciencia de su fuerza y poderío", declaró.
Patricia vivía en Querétaro en el seno de una familia machista, por lo que la primera exclusión por ser mujer la sufrió al interior de su hogar, donde el primer reto a vencer fue demostrar a su padre que era tan capaz como cualquier varón. Agradece el aprendizaje que recibió porque considera que después de esto los mitos aquí terminaron.
"Mi padre era muy machista, literalmente me dijo '¿tú para qué quieres estudiar si te vas a casar?' pero yo me puse a estudiar, con la ayuda de mi mamá y trabajando", recuerda.
Al egresar de la licenciatura en Psicología, tomó una de las decisiones más importantes de su formación: entrar a trabajar a la compañía maquiladora de su padre, algo que ella misma había asegurado que no pasaría, pero finalmente la convenció contar con un crecimiento empresarial, además de que su papá ya se sentía cansado. Junto a su hermano, dirigió la empresa familiar y de 45 trabajadores la elevaron a 600, además de generar cinco plazas diferentes en municipios de Querétaro, Guanajuato y el Estado de México.
ABRE SU PROPIA EMPRESA
Tras casarse con un industrial de metalmecánica, se mudaron a la Comarca Lagunera y abrieron una empresa en conjunto, de esto han pasado 15 años. Señala que cuenta con mujeres muy pujantes que día a día dan su máximo esfuerzo.
"Aunque no lo queremos aceptar, vivimos en una cultura machista. Nos forman con esas ideas, que ciertamente ahorita están cambiando mucho pero yo, en lo personal, traía esta cuestión machista muy marcada", comenta.
La titular de Canacintra señaló que un gran obstáculo al ser mujer es enfrentarse a los fantasmas que dicen que no pueden desarrollar un proyecto, pero una vez que toman la decisión, llevan ya un 80 por ciento de avance, porque en la mayoría hay valores fuertes de compromiso, capacidad y decisión. Patricia dirige actualmente la empresa metalmecánica junto a su esposo, lo que, considera, le facilita mucho el tema de la inclusión. En su compañía, el grueso del personal administrativo es femenino, mientras que en términos operativos, el 80 por ciento son varones, sin embargo, destaca orgullosa que su líder de soldadores es mujer, pues ha demostrado una gran capacidad.
"Debemos creer que podemos hacer las cosas, no es que tengamos que hacer las cosas diferentes, sino hacerlas como se debe, tenemos capacidad para eso y más", expresa, "claro que hay estereotipos pero tienen que ir cambiando".
En Canacintra Gómez Palacio las mujeres han ido demandando más espacios y han buscado una mayor participación, al grado de que la mesa directiva actual está integrada por más mujeres que varones, sin embargo Patricia recuerda que el empuje de sus compañeras viene desde años atrás.
"Antes se decía que era El Club de Toby y la que se atrevía a andar ahí era criticada por ser la única entre los hombres, hasta si tenía marido, no quería que fuera, pero se ha eliminado mucho esto, buscamos la equidad. En la mesa directiva tenemos mujeres pero también hombres, las mujeres empresarias somos el 51 por ciento de la población y el 30 por ciento son emprendedoras, 19 por ciento son empresarias, tenemos un largo camino que recorrer todavía pero ya se ve el empuje que traemos", explica.
Pareciera contradictorio pero Patricia Corro no se considera feminista. Asegura que le interesa la equidad, en cuanto a que se cuente con las mismas condiciones para ambos, pero dice que no se puede ser iguales, le preocupa que haya diferencias en los sueldos para hombres y mujeres que realizan el mismo trabajo e indica que se debe luchar por ello. "Mi mensaje a las mujeres sería: decídete a hacer lo que quieras hacer, a quitarte esos miedos, esos estereotipos, puedes lograr lo que te propongas, solo da el primer paso, que es la pasión, de ahí ya no nos paran", dice.