Ghetto Fighter’s House, del pintor y escultor francés nacido en Polonia David Olère (1945). (FOTO: M.BLOG.NAVER.COM)
Es bien sabido que el arte ha jugado un papel protagónico en la historia, sin lugar a duda, el trabajo de los creadores también son un registro fiel del tiempo que pasa. Se trata de expresiones del ayer que ayudan a entender a toda a una generación o a una época.
En su caso, conflictos bélicos históricos como la Primera y Segunda Guerra Mundial, desataron el genio de artistas que no fueron inhumes a la catástrofe, y que incluso, marcaron el inicio de nuevas corrientes artísticas.
El doctor en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid José Luis de la Nuez Santana, escribe en un artículo que cuando estalló la Primera Guerra Mundial, en julio de 1914, el grupo expresionista alemán Die Brücke (El Puente) ya se había disuelto y los destinos de sus principales representantes (Kirchner, Heckel, Schmidt- Rottluff, Mueller, Pechstein) seguían en esos momentos rumbos muy distintos.
"En todo caso, a todos les afectó la guerra en mayor o menor medida. La irrupción del conflicto imposibilitará también la continuidad de las actividades del Der Blauer Reiter (El Jinete Azul), un grupo más informal que el primero, con figuras relevantes como Kandinsky o Jawlensky, que, debido a su nacionalidad rusa, tuvieron que abandonar Alemania".
José Luis de la Nuez describe que otros, como los alemanes Marc y Macke, o el suizo Paul Klee, estuvieron en el frente, donde perderá la vida el primero de los citados. Fuera de estos dos grupos, la vida de otros creadores alemanes relacionados con el expresionismo se vio también muy afectada por este acontecimiento.
En un texto titulado el Arte de la guerra publicado en la revista colombiana Semana, se explica que la guerra obligó a los artistas a cambiar los coloridos paisajes de la campiña francesa por las desoladas praderas de Flandes donde la muerte y el exceso de sangre derramada aún hoy impiden que crezcan árboles.
"El pintor Otto Dix, quien empuñó su fusil en ese frente, uno de los más violentos, dibujó sombríos paisajes llenos de cadáveres y cielos cargados de violencia y terror. En sus cuadros el artista manipula las formas y los colores para que los sentimientos de angustia y melancolía sean más perceptibles. Si para los impresionistas lo que importaba era la perspectiva del artista, en los cuadros de Otto Dix forma y color se rinden ante el dominio del sentimiento y lo que sobresale es el mundo interior del dibujante".
Por otro lado, las plumas de escritores de la época, también se vieron trastocadas por el conflicto y dejaron el eco de la catástrofe sobre hojas en blanco. Tal es el caso de Wilfred Owen, el poeta y soldado británico más famoso de la guerra, que incluso murió durante la confrontación y que escribió el poema Dulce et Decorum Est, inspirado en la frase Dulce et decorum est pro patria mori, la cual fue muy utilizada en la Roma Antigua y que proviene de un poema lírico escrito por el poeta Horacio. Se traduce al español como: "Dulce y honorable es morir por la patria".
"Los hombres marchaban dormidos. Muchos habían perdido sus botas/ Pero cojeaban, corría la sangre. Todos iban cojos, todos ciegos/ Borrachos de fatiga, sordos hasta al ulular/ Del gas cayendo suavemente atrás/ Gas! Gas! Rápido chicos. Un éxtasis de buscar a tientas,/ Y arreglar las torpes máscaras justo a tiempo/ Pero alguien quedaba gritando y tropezando/ Y debatiéndose como un hombre en llamas o en cal", rezan algunos versos del poema.
SEGUNDA GUERRA
Rosa María Piñel López en su texto: Consecuencias de la II Guerra Mundial para el arte alemán, relata que Hitler (quien fuera líder de Alemania) utilizó el arte como el instrumento fundamental para la consolidación del régimen y como medio propagandístico de la ideología nazi. los artistas alemanes que formaban parte de las vanguardias surgidas antes y después de la Primera Guerra Mundial fueron declarados enemigos del régimen y la persecución a la que fueron sometidos obligó a la mayoría de ellos a huir al extranjero o a esconderse.
Uno de los perseguidos fue el pintor judío Felix Nussbaumque que para huir del horror cotidiano de su entorno se dedicó a pintar escenas que veía en el campo donde había sido internado que hablan de desesperación, soledad y miedo. En 1944 fue asesinado.
"Muchos intelectuales y artistas huidos a Francia o afincados en este país antes de la guerra retrataron desde sus escondites el drama y la tragedia de la contienda".
Lo anterior son sólo algunos ejemplos de los actores que se sirvieron de su sensibilidad y su genio para dejar mediante su obra, la huella de estas guerras. En las fotografías se muestra el trabajo de otros creadores no mencionados en el texto.
