La infección por citomegalovirus (CMV en inglés), es causada por el virus del herpes, y genera una gran variedad de síntomas, desde una evolución asintomática hasta la aparición de fiebre y fatiga; similar a la mononucleosis infecciosa. (ESPECIAL)
La infección por citomegalovirus (CMV en inglés), es causada por el virus del herpes, y genera una gran variedad de síntomas, desde una evolución asintomática hasta la aparición de fiebre y fatiga; similar a la mononucleosis infecciosa.
De acuerdo con Kenneth M. Kaye, profesor de la Facultad de Medicina de Harvard, esta enfermedad se transmite por contacto sexual y con cualquier tipo de secreciones corporales de la persona infectada.
Aunque la mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas, los adolescentes y adultos jóvenes tienden a desarrollar un tipo de mononucleosis infecciosa que ocasiona fiebre y fatiga. La CMV es mortal para los pacientes que tienen un sistema inmune debilitado.
Según Kaye, el virus puede infectar la retina del ojo, lo que a su vez, provocaría ceguera. También puede producirse una infección del encéfalo, neumonía o úlceras dolorosas en el intestino o el esófago.
En caso de que una mujer embarazada contraiga esta infección, existe un alto riesgo de aborto espontáneo o en el peor de los casos, la muerte del recién nacido.
El diagnóstico se suele establecer mediante el envío de una muestra de orina al laboratorio para realizar un cultivo e identificar el virus. Adicionalmente, los análisis de sangre que detectan anticuerpos contra el citomegalovirus pueden confirmar una nueva infección.
Por último, el especialista menciona que el tratamiento retrasa la progresión de la enfermedad y consta de la administración de fármacos antivirales por vía oral o intravenosa, depende de la gravedad de la infección.
