Acusan que el Insabi se ha desempeñado de manera muy pobre en el manejo de servicios de salud para atender la demanda de COVID.
Desorganización en la compra y distribución de fármacos e insumos, el desmantelamiento del Seguro Popular sin que el Insabi opere de forma eficaz, y rezago en el manejo de la pandemia es el balance que especialistas en Salud pública observan en el marco del segundo informe de Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Enrique Martínez, director del Instituto Farmacéutico (Inefam), señaló que los atrasos en firma de contratos y de pagos de fármacos e insumos son preocupantes, y aunque en los almacenes hay producto, su logística no les da para desplazarlo a las unidades médicas. Situación que, advirtió, se ha agudizado por la pandemia de COVID-19.
Señaló que 2020 muestra una tendencia a romper récord nuevamente en procesos con adjudicaciones directas, que son el resultado de comprar de manera emergente al no tener coordinación.
Las compras consolidadas con la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), indicó el experto, no solucionará los rezagos, pues esa compra va a tardar y, estimó, seguirán atrasos.
"Se mantiene total incertidumbre para el 2021, donde el Insabi ha descargado la compra en UNOPS y esta última se mantiene en total hermetismo", afirmó.
El consultor señaló que en las compras de medicamentos, particularmente oncológicos, las adquisiciones se han ejercido con opacidad y retrasos.
"El tema de oncológicos ha sido de los más emblemáticos, con falta de compra en más del 50 por ciento al cierre del primer semestre", ejemplificó.
Aseguró que la opacidad ha sido una práctica común al no respetar la ley de adquisiciones, pues de la investigación de mercado van a adjudicaciones directas sin mediar licitaciones.
"En 2019 esa práctica predominó en el segundo semestre, rompiendo récord con más de 6 mil procesos de compra, donde más del 80 por ciento fue por adjudicaciones directas", dijo.
"Esa práctica continúa en 2020, donde el 97 por ciento de las piezas adquiridas, entre enero a junio, es por adjudicaciones directas (no se considera la compra consolidad para el 2020 que fue falladas en diciembre de 2019)".
Octavio Gómez, integrante del Centro de Investigaciones en Sistemas de Salud del Instituto Nacional de Salud Pública, alertó que tras la desaparición del Seguro Popular, la creación del Insabi se dejó en manos de un equipo sin experiencia en el manejo de servicios públicos de salud.
"Los resultados están a la vista, pues el Insabi se ha desempeñado de manera muy pobre en el manejo de los servicios de salud para atender la demanda de COVID y no ha podido organizar de manera seria los servicios de salud en las cerca de 20 entidades federativas que aceptaron sumarse a esta propuesta.
"No han sido ni siquiera capaces de montar un procedimiento mínimamente confiable de compra de medicamentos e insumos de la salud".
Estamos por cumplir dos años y la compra consolidada de medicamentos no se ha podido organizar de manera seria, es muy probable que hubiera habido serios problemas de corrupción, pero estos no pueden resolverse a expensas del abasto de medicamentos".
Por otra parte, lamentó que las autoridades no reconozcan los errores en el manejo de la pandemia.
