En la iglesia de Nuestra Señora del Refugio se observó una buena asistencia de feligreses que acudieron a misa este domingo. (EL SIGLO DE TORREÓN/VIRGINIA HERNÁNDEZ)
Ayer fue la última misa presencial que se realizó en iglesias católicas de Lerdo, mientras persiste la contingencia por COVID-19, por lo que éstas lucieron llenas de feligreses.
En un breve comunicado interno enviado el pasado sábado por el obispo de Gómez Palacio, Jorge Estrada Solórzano, se indicó que: "dadas las circunstancias de alerta y prevención que se viven por la presencia del coronavirus, a los sacerdotes de Lerdo y Gómez Palacio, les dejó a su criterio celebrar o no mañana (domingo) la eucaristía con la comunidad. Por mi parte, yo celebraré en Catedral."
Por ese motivo, las iglesias en la Ciudad Jardín abrieron sus puertas a sus feligreses y celebraron la eucaristía, aunque con algunas restricciones.
El padre Luis Martín Lugo Cervantes, párroco de Nuestra Señora de Guadalupe de la colonia San Isidro de Lerdo, comentó que el acuerdo fue tomado hace una semana, en donde se anunció que hasta el domingo 22 de marzo se oficiaría la última misa presencial.
Explicó que algunas iglesias ya tenían compromisos contraídos de bautizos o quinceañeras, por lo que se atendieron, pero con un número limitado de asistentes.
Precisó que algunas iglesias decidieron suspender las misas de acuerdo a sus compromisos, pero que en su caso, el pasado domingo por la mañana había oficiado la de las 6:30 de la mañana y la del medio día, en donde se atendió un bautizo.
Reconoció que las celebraciones eucarísticas se han celebrado con cautela, pero que es difícil que las personas acaten las recomendaciones sanitarias y tomen en serio la pandemia global.
Indicó que en la misa no se realizó el saludo de mano y se pidió una distancia prudente para evitar contagios.
Informó que ha tenido contacto con sacerdotes de Italia y España, países en donde la situación es critica con un gran número de contagios y muertos.
Pidió a las personas rezar en casa y seguir en redes las misas privadas que se estarán oficiando y escuchar la palabra de Dios.