Se nos perdió alrededor de dos hectáreas, recuerdan del 2020. (GUADALUPE MIRANDA)
Luego de que vivir un año complicado a causa de la pandemia del COVID-19 que no les permitió instalarse a las afueras de los panteones municipales, hoy los productores de flor esperan obtener algo de ganancias ante la presencia de cientos de familias que acudieron a visitar a sus seres queridos.
Como don Juan Pablo Martínez, originario de Ciudad Juárez, Durango, quien el año pasado se vio obligado a tirar su producción de flor ante las nulas ventas, pues los panteones lucieron prácticamente solos y la autoridad municipal no les permitió la instalación a las afueras de los panteones. Y es que para entonces, el semáforo de riesgo epidemiológico en el estado había cambiado a color rojo, ante el incremento en los contagios.
Este año, aunque los casos siguen, la incidencia es menor y el panorama es diferente. Esta vez, desde el domingo 31 de octubre, don Juan Pablo se instaló casi frente a la puerta de acceso del panteón municipal Guadalupe de Gómez Palacio, para ofrecer el cempoal, mano de león y las Margaritas.
Aunque las ventas han sido bajas, la situación es “90 por ciento mejor que el año pasado, que nos fue súper mal”, dijo el productor.
“Ayer (lunes) estuvo flojito pero sí estuvo graneadito, ya ahora sí hay gente. El año pasado fue mal, de plano la tiramos la flor, camionetas llenas, se nos perdió alrededor de dos hectáreas. Súper mal nos fue. Hoy con el favor de Dios sí estamos vendiendo”, dijo animado el productor originario de “Villa” Juárez.
El año pasado la pandemia los obligó a cambiar su producción para poder salir adelante. “Vendimos lechuga, cilantro, la verdura que se da ahí mismo en la comunidad”, dijo.
Pero para este año, confían que al término la jornada será mucho mejor. “Sí vamos a tener un poquito de ganancia”, comentó don Juan Pablo.
