
En la actualidad se escucha hablar sobre las generaciones jóvenes que sufren de agotamiento emocional que los lleva a sentir una gran pesadez en su vida cotidiana. (ARCHIVO)
En la actualidad se escucha hablar sobre las generaciones jóvenes que sufren de agotamiento emocional que los lleva a sentir una gran pesadez en su vida cotidiana.
Se trata de un padecimiento que imposibilita quien lo padece a llevar una vida activa, ya que evita que el afectado pueda realizar sus actividades o tareas con ánimo y provoca gran apatía.
También es frecuente que presente una constante desesperanza sobre el entorno que lo rodea, junto a una desilusión profunda de las cosas.
Anna Katharina Schaffner, investigadora de la Universidad de Kent aclara que el agotamiento emocional puede tratarse de una nueva enfermedad que podría poner en riesgo la salud mental, física y emocional, lo que puede aumentar las posibilidades de padecer una crisis depresiva.
Aunque muchos académicos han catalogado el cansancio emocional como una nueva denominación para la depresión, estas dos condiciones son situaciones distintas.
Las causas del agotamiento emocional puede ir de malos hábitos alimenticios, falta de ejercicio, falta de descanso, disgusto por las actividades y deberes diarias y hartazgo general.
Mientras que la depresión se trata de un trastorno psicológico que provoca un decaimiento anímico con síntomas muy específicos sobre las funciones psíquicas.
El agotamiento emocional tampoco debe confundirse con el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), ya que esta abarca periodos largos, de mínimo seis meses donde el afectado manifiesta cansancio físico y mental.
La fatiga crónica es una condición que ha estado presente en diversos periodos históricos, mientras que el agotamiento es un nuevo padecimiento. El primero tiene cuatro humores que lo manifiestas, que son las flemas, sangre, bilis amarilla y bilis negra. Si estos se acumulan pueden provocar melancolía, cansancio, pereza y apatía.
Mientras que del agotamiento aún no se cuenta con razones específicas que podrían detonarlo. Sin embargo, si cree que podría estar pasando por ello, Schaffner recomiendo asistir a terapia cognitivo-conductual para tratarlo.